Jean-Luc Godard, famoso por filmes que desafiaron las formas tradicionales del cine y dieron paso al movimiento cinematográfico de la nouvelle vague de los años 60, ha fallecido, según informan medios locales citando a la familia del cineasta.
«Jean-Luc Godard ha fallecido tranquilamente en su casa, rodeado de sus seres queridos», dijeron su esposa Anne-Marie Mieville y sus productores en un comunicado publicado por varios medios franceses. Godard será incinerado y no habrá ninguna ceremonia oficial, añadieron.
Tras conocerse su muerte, el presidente francés, Emmanuel Macron escribió en su cuenta de Twitter: “Fue como una aparición en el cine francés. Entonces se convirtió en un maestro. Jean-Luc Godard, el más iconoclasta de los cineastas de la Nueva Ola, había inventado un arte decididamente moderno e intensamente libre. Estamos perdiendo un tesoro nacional, el ojo de un genio.”
Horas más tarde Patrick Jeanneret, consejero de la familia, confirmó a AFP que Godard recurrió a la asistencia legal en Suiza para una muerte voluntaria “a raíz de ‘múltiples patologías invalidantes’ según los términos del informe médico.”
Siendo todavía un joven crítico, en los 50, fue uno de los artificies de Cahiers du Cinéma. Espacio que barrió la vieja guardia del cine y ensayo europeo, sustituyéndolo por nuevos héroes, en gran medida precedente de las filas del cine comercial estadounidense: directores como Alfred Hitchcock y Howard Hawks.
Tras el estreno de su primer largometraje como director, Sin aliento (À Bout de Souffle), en 1960, se unió a varios colegas de Cahiers en un movimiento que la prensa francesa pronto denominó nouvelle vague – la Nueva Ola.
Dos meses después de su debut, Godard dijo a la prensa: «Tengo la impresión de amar el cine menos que hace un año, simplemente porque he hecho una película, y la película fue bien recibida. Así que espero que mi segunda película sea recibida muy mal y que eso me haga querer volver a hacer películas».
El argumento de Sin Aliento era común, sin embargo, su ejecución fue completamente nueva. Rodada con cámara en mano en localizaciones reales y editada con una atrevida discontinuidad visual, el filme parecía una enérgica fusión de jazz y filosofía.
Voz iconoclasta dentro del cine, pero con una potencia decidida, Godard también expresó que: «Una historia debe tener un principio, un medio y un final, pero no necesariamente en ese orden.»
En una encuesta realizada en 2002 por Sight & Sound, Godard ocupó el tercer lugar entre los diez mejores directores de todos los tiempos. En 2010 fue galardonado con un Premio Honorífico de la Academia, pero no asistió a la ceremonia de entrega.
La mayoría de las películas más influyentes y de mayor éxito comercial de Godard se produjeron en la década de 1960, como Vivir su vida (Vivre sa vie, 1962), Pierrot el loco (Pierrot le Fou, 1965), Dos o tres cosas que yo sé de ella, (Deux ou trois choses que je sais d’elle, 1967) y Week End (1967).