Franz Kafka: Una mirada a su obra La metamorfosis

Foto por: Jr Korpa

Su Vida

Kafka nació en Praga en 1883. Vivió una vida dominada por el fracaso con conflictos sociales, religiosos, familiares y laborales. Su situación familiar fue muy crítica, debido a la tensa relación con su padre. Se sentía solo y débil ante su progenitor, aislado en la soledad de un mundo donde de en una parte había un gigante que lo condenaba y de la otra parte un ser indefenso de sí mismo. Fue víctima de la discriminación por ser de origen judío, y deseando ser escritor se vio obligado a estudiar derecho.

Fue un ser hipersensible, inundado por un sentimiento de soledad y aislamiento. Consideró al mundo burgués como un universo deshumanizado  percibiendo el absurdo y desorden de ese mundo sin poder encontrar la vía para poder salir de ese caos. Su obra se distingue por su adhesión al expresionismo y tiende a pintar con símbolos las expresiones más profundas del alma. Fue un visionario que integró el mal engendrado por el sistema que le tocó vivir.

Las relaciones familiares, su actitud frente a su profesión que detestaba, la insatisfacción que invade su existencia, la necesidad y a la vez la incapacidad de una relación matrimonial,  una vida llena de miedo  a la soledad que al mismo tiempo necesitaba y su propia inseguridad, está representada en su creación literaria que no es más que el reflejo de su propia existencia. Él es el principal protagonista de su obra. Según Sartre ¨La obra de Kafka es fantástica y rigurosamente verdadera a la vez¨.

Su estilo literario ha sido asociado al existencialismo y expresionismo y tal vez en su obra subyacen ambas corrientes filosóficas. El absurdo y la desesperación que se refleja en su obra son emblemáticos del existencialismo, de acuerdo a los criterios de Albert Camus y Jean-Paul Sartre.

Para Kafka escribir era una actividad divina y propia de demonios a la vez. Habla de conocer fantasmas y demonios. A los 40 años exclama: “Yo no he vivido todavía… ¿por qué la última palabra sigue siendo siempre? Yo podría vivir, pero no vivo”. Franz Kafka murió de tuberculosis en junio de 1924.

La Metamorfosis

Este relato o novela corta fue escrita entre noviembre y diciembre de 1912, época en que, según él, se encontraba terriblemente cansado y alegre al mismo tiempo.

Es una de las obras más simbólicas e importantes dentro de su producción literaria, donde predomina el absurdo, el pesimismo, la fantasía y una visión de un porvenir monstruoso y la indefensión ante la vida, la soledad, la deshumanización y la alineación del hombre en la sociedad capitalista. Gregorio Samsa, el protagonista de la obra, es un retrato del autor que siente los mismos conflictos y problemas que tiene el personaje. La familia de Samsa es la familia de Kafka. El protagonista se siente inferior a su padre quien es un tirano, un dictador; la relación de Kafka con su padre no difiere en absoluto de la de estos personajes.

Estos son los valores que lo hacen universal y que a pesar del tiempo transcurrido mantenga su vigencia en un mundo donde todavía persiste la discriminación, la desigualdad y la deshumanización. El hombre de estos tiempos necesita de una metamorfosis que lo haga verdaderamente humano, donde un mundo mejor es posible.

Kafka utiliza como recursos estilísticos el simbolismo, el absurdo el horror, el asco, la deshumanización. La metamorfosis que sufre Gregorio Samsa, quien se ve convertido de la noche a la mañana en un insecto monstruoso, es producto de la alineación de la sociedad: Su familia se horroriza ante su presencia, solo la madre en principio lo ve como su hijo, la hermana decide alimentarlo, pero el padre siempre lo maltrata y margina. Lo despojan de todos sus bienes y al final todos lo rechazan y desean deshacerse de él. Ninguno es capaz de ver que solo su apariencia ha cambiado, pero que siguen brotando en él sentimientos humanos. Finalmente muere,  lo que constituye un alivio para la familia al verse liberados de su presencia. La familia simboliza la sociedad deshumanizada y decadente.

Kafka se vale de todos esos recursos estilísticos manteniendo todo el tiempo en su narración el máximo de tensión posible para provocar reacciones nerviosas en sus lectores y aumentar su sensibilidad hacia ese horrible y enajenante mundo.

La obra es típicamente expresionista pues se basa en la utilización de los símbolos, el protagonista se siente indefenso ante la fuerza ciega e injusta que acabará por aplastarlo.

Kafka es sin dudas, la mayor representación del expresionismo literario alemán. Hizo aportes a la literatura moderna a través del relato simbólico despojados de moralejas, donde reflejó el absurdo y la angustia de una existencia sin sentido. Estos son los valores que lo hacen universal y que a pesar del tiempo transcurrido mantenga su vigencia en un mundo donde todavía persiste la discriminación, la desigualdad y la deshumanización. El hombre de estos tiempos necesita de una metamorfosis que lo haga verdaderamente humano, donde un mundo mejor es posible.