La Royal Society presionada para expulsar a Elon Musk mientras académicos firman carta abierta

Más de 1,700 científicos critican el comportamiento del dueño de X, acusándolo de un "ataque a la investigación científica".
febrero 15, 2025

La presión sobre la Royal Society para expulsar a Elon Musk de su comunidad de académicos sigue en aumento, luego de que más de mil científicos firmaran una carta abierta expresando su descontento por la falta de acción al respecto.

Musk, propietario de la red social X y líder del Departamento de Eficiencia Gubernamental (Doge) en Estados Unidos, fue elegido miembro de la prestigiosa academia británica en 2018 debido a su impacto en la industria aeroespacial y de vehículos eléctricos. Sin embargo, ahora la Royal Society enfrenta una creciente demanda para revocar este reconocimiento.

En agosto, The Guardian reveló que varios miembros de la sociedad habían enviado una carta a la institución expresando su preocupación por los comentarios de Musk sobre disturbios en el Reino Unido y pidiendo que se le retirara su condición de miembro.

La falta de respuesta llevó a la renuncia de destacados académicos, como la profesora Dorothy Bishop, experta en trastornos de comunicación infantil en la Universidad de Oxford, y más recientemente el profesor Andrew Millar, especialista en biología de sistemas en la Universidad de Edimburgo, cuya dimisión fue reportada por Research Professional News.

Más de 1,700 científicos de la comunidad internacional han firmado una carta abierta dirigida a Sir Adrian Smith, presidente de la Royal Society. Entre los firmantes destacan Bishop, el eminente estadístico Sir Richard Peto y la profesora Susan Michie, experta en ciencias del comportamiento de la UCL, conocida por su papel durante la pandemia de COVID-19.

El profesor Stephen Curry, emérito de biología estructural en el Imperial College de Londres, afirmó que escribió la carta motivado por la frustración ante el continuo silencio de la Royal Society.

«No se trata de una queja por acoso o intimidación. Es un asunto de comportamiento completamente público», explicó. «Todo el mundo puede ver lo que Musk ha dicho y lo que hace como jefe de Doge. La Royal Society, que afirma ser una voz fuerte para la ciencia en el Reino Unido y a nivel internacional, no ha dicho absolutamente nada.»

La carta destaca que la Royal Society fue informada de estas preocupaciones hace más de seis meses y que, desde entonces, Musk ha hecho comentarios aún más polémicos. Entre ellos, calificó a Jess Phillips, ministra británica para la seguridad y la lucha contra la violencia hacia las mujeres, como una «apologista del genocidio por violación», lo que, según Phillips, ha incrementado su preocupación por su seguridad.

Curry señala en su misiva: «No entiendo cómo estas acciones son compatibles con un código de conducta que exige a los miembros de la Royal Society ‘tener en cuenta los valores establecidos por la Sociedad’.»

Además, la carta subraya la gravedad del caso debido al papel de Musk en la administración de Donald Trump, la cual, según Curry, «en las últimas semanas ha lanzado un ataque contra la investigación científica en EE.UU., lo que ha sido impugnado en los tribunales federales». También se mencionan preocupaciones sobre censura, especialmente en el ámbito de la ciencia climática.

El documento concluye que el silencio de la Royal Society sobre el caso de Musk, más allá de afirmar que las preocupaciones sobre sus miembros se manejan con estricta confidencialidad, «parece cada vez más un fracaso de coraje moral».

Curry espera que la carta y las recientes renuncias evidencien ante la Royal Society la magnitud del malestar dentro de la comunidad científica respecto a la membresía de Musk. «Si realmente creen en los valores que defienden en su código de conducta, deben explicar por qué consideran que el comportamiento de Musk es compatible con ellos», señaló.

Se espera que el 3 de marzo la Royal Society convoque una reunión para discutir los principios relacionados con la conducta pública de sus miembros.

Un portavoz de la Royal Society declaró: «En caso de que surjan preocupaciones sobre el comportamiento de un miembro, la Sociedad cuenta con un conjunto claro de procedimientos descritos en nuestro código de conducta, publicado en nuestra página web junto con las regulaciones disciplinarias correspondientes. Cualquier asunto relacionado con miembros individuales se trata con estricta confidencialidad.»

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