Advertencia: el siguiente artículo contiene spoilers
Después de pedirle a una antigua amiga que cuidara de nuestras hijas, mi marido y yo nos subimos al autobús para ir a ver la que sería nuestra cita del año, Todo En Todas Partes Al Mismo Tiempo.
En el cine no pude evitar preguntarme: ¿por qué demonios estoy viendo la angustiosa vida de otra mujer china que se enfrenta a todo tipo de relaciones, desde la familia hasta el trabajo, de las que yo misma sólo he conseguido escapar durante unas horas?
La película se centra en una familia china -encabezada por la madre, Evelyn, interpretada por Michelle Yeoh- encargada de una lavandería en una ciudad norteamericana. La familia se enfrenta a una auditoría y, al mismo tiempo, atraviesa por el divorcio. Como si fuera poco, la madre recibe la visita de su padre, una persona insatisfecha y ya envejecido; y su hija (Stephanie Hsu) busca aprobación para su relación con una persona del mismo sexo.
Evelyn, que debe cargar con todo este dolor y tensión, se encuentra entonces en el centro de una batalla que abarca varios multiversos.
Multiversos aparte, todo me resultó dolorosamente familiar. El enfrentamiento silencioso entre madres e hijas (que ahora experimento desde ambos lados), el reconocimiento que pides a gritos a tus padres, el deseo de romance cuando el amor se ha desgastado por la obligación familiar, el pequeño negocio familiar de emigrantes que busca la legitimación fiscal de las autoridades blancas. El caos de la vida, cuando rara vez hay un momento en que no lo sea todo, en todas partes, todo a la vez.
La película mezcla con fluidez varios géneros: drama familiar, ciencia ficción, comedia, romance, artes marciales. La comedia mo lei tau de Hong Kong de los años 90 es una influencia que no puede ignorarse. El mo lei tau, una subcultura popular propia del pasado colonial de la isla y de la fusión cultural, mezcla elementos inconexos para lograr una comedia disparatada. Esta fusión de géneros mantiene unida la filosofía de la película.
Espontaneidad taoísta, qi
Todo En Todas Partes Al Mismo Tiempo invoca la filosofía taoísta. Antigua escuela china de pensamiento que persigue el equilibrio y la armonía, el taoísmo tiene un valor significativo para la negación y el caos.
El Tao -considerado en la cosmología china como la fuente de todo- está vacío y quieto, pero genera energía vital, conocida como qi, que significa literalmente «aliento», o «aire». Mientras el qi se arremolina en un aparente estado de caos, es dirigido por las fuerzas correlativas del yin yang, que lo atraviesa todo. De ahí que nada esté quieto o estable y que todo esté en constante transformación.
La historia de la película fluye, aparentemente de forma espontánea, entre varios universos. Aunque parecen caóticos, se rigen por el flujo yin yang del qi. Una acción o una conversación de un universo alimenta espontáneamente a otro. Los Daniels (los directores Daniel Kwan y Daniel Scheinert) dominan a la perfección esta interacción al estilo del Tai chi.
La película también «transpira » suavemente. Esto se debe a su guion ingenioso e innovador, pero también al excelente montaje, la música y el diseño de producción, por los que la película recibió premios y nominaciones al Oscar.
El qi de los personajes alcanza el equilibrio a medida que fluyen a través de varios universos y se dan cuenta de su polifacético yo. El aparentemente débil marido (Ke Huy Quan, ganador de un Oscar por su interpretación) se convierte en un hábil superagente. La esposa, anodina, cansada y desconfiada, se convierte en una estrella de cine. La hija lesbiana sin rumbo se convierte en líder de una tribu en el planeta de los bagels. La seria y temible agente auditora (Jamie Lee Curtis) se convierte en una tierna y cariñosa amante en el planeta de los dedos de salchicha.
Universos conectados por la «unidad»
Diferentes universos están conectados por el qi para formar la unidad, un estado en el que las cosas son indistinguibles unas de otras. Los estados que suelen considerarse fantasías y sueños forman parte del reino del Tao, considerado la realidad última en el taoísmo.
Todas las realidades alternativas de la película -el campo de batalla, el planeta de los panecillos, la cocina del chef, el mundo de las rocas, la tierra de los dedos de salchicha- se correlacionan y transforman entre sí dentro del estado de unidad.
Todo En Todas Partes Al Mismo Tiempo es una película muy «flexible», no sólo en varios universos, sino también en diferentes épocas. Universo -yuzhou en chino- significa «todo el tiempo y el espacio».
El filósofo David Chai sostiene que el pensamiento taoísta concibe un «tiempo cosmológico», que no se basa en una medición centrada en el ser humano. Esto es evidente cuando la madre y la hija se transforman en rocas, evocando la concepción taoísta de que los humanos también forman parte de las cosas.
La escena también se hace eco del filósofo Zhuangzi. En el famoso sueño en el que soñaba ser una mariposa, no sabía que era Zhuangzi. Cuando despertó y descubrió que era un ser humano. Se preguntó a sí mismo:
¿Era yo Zhuangzi soñando que era una mariposa, o en realidad una mariposa soñando que soy Zhuangzi?
El tiempo en sentido taoísta es lo que el filósofo Hans-Georg Moeller denomina «una cadena de presencias».
A diferencia de la comprensión lineal y progresiva del tiempo, con su pasado y su futuro, el taoísmo ve el mundo como una secuencia continua de presencias, cada una con su propio mundo ampliado. Las múltiples realidades presentadas en la película pueden verse como una «cadena de presencia» de este tipo, en la que todas las cosas y todo son posibles, existiendo juntos a la vez.
En su discurso de aceptación del Oscar a la mejor actriz, Michelle Yeoh instó a las mujeres a rechazar la idea de que pueden haber «pasado su mejor momento». A su manera, esto también se hace eco de la creencia taoísta en la presencia: no hay mejor antes, sólo ahora.
Con Todo En Todas Partes Al Mismo Tiempo, las comunidades asiáticas americanas y los chinos de todo el mundo ven por fin sus historias contadas, sus culturas reconocidas y sus esfuerzos creativos seriamente reconocidos.
Más allá de su humor ingenioso y ridículo, la película transmite con éxito una profunda contemplación filosófica, iluminando a un público mundial a través del antiguo pensamiento chino del taoísmo, que tanto tiene que ofrecer al mundo contemporáneo.