Michel de Certeau: El extranjero o la unión en la diferencia
El extranjero o la unión en la diferencia destaca en el conjunto de la obra de Michel de Certeau por la amplitud del público al que se dirige, la intensidad con la que refleja la experiencia vital de su autor y su condición de gozne entre dos épocas muy diferentes de su trayectoria. Podría definirse como un texto espiritual, nacido directamente de la vivencia religiosa de Certeau, en el que despliega su visión de algunos de los problemas que consideró centrales en su intento de vivir como cristiano, incluyendo también sus propuestas para afrontarlos.
Entre estos temas, el más insistente, el más querido al autor atañe probablemente a lo que él llama la necesidad del viaje, esa salida fuera del país de sus padres que es requerida a Abraham por Yahvé en el relato bíblico. Cada uno va hacia ese encuentro con el otro que, alterándole, le desvela la fragilidad de sus evidencias en el movimiento de «la vida común» y desde la aguda conciencia de que «Dios sigue siendo el extranjero para nosotros».
El extranjero es el libro más personal y profundo de Certeau, con el que ofrece a sus lectores dos regalos a la vez: el testimonio fiel de un tiempo pasado y el descubrimiento de la vigencia que sigue conservando la herencia cristiana, aunque precise de la construcción de un nuevo lenguaje para poder sacarla a la luz. Publicado por primera vez en 1969, este libro supuso para su autor una mirada retrospectiva. Una mirada sobre un mundo —cristiano— en el que había vivido, pero que estaba desapareciendo a ojos vista.
Michel de Certeau fue un pensador en permanente diálogo con las principales corrientes de las ciencias humanas y sociales de la segunda mitad del siglo xx. Lector incansable, combinó intereses intelectuales y relaciones personales aparentemente inconciliables. Jesuita, fundó la École Freudienne de Paris junto a Jacques Lacan, analizó como nadie la eclosión de Mayo de 1968 y se ha convertido en un autor imprescindible para entender la mística de los siglos XVI y XVII y en una de las referencias principales de los estudios culturales. Entre sus obras traducidas al castellano cabe mencionar: La invención de lo cotidiano (1999); Historia y psicoanálisis (2003); La fábula mística. Siglos XVI-XVII (2004); La debilidad de creer (2006), y El lugar del otro: historia religiosa y mística (2007).