Mujeres en el arte, el tatuaje y la filosofía

«No solo la filosofía, también las bellas artes trabajan en el fondo para resolver el problema de la existencia. Pues en todo espíritu que se entrega alguna vez a una consideración puramente objetiva del mundo, por muy oculta e inconsciente que pueda ser, se ha activado una aspiración a captar la verdadera esencia de las cosas, de la vida y de la existencia».

Schopenhauer, El mundo como voluntad y representación II

Un buen investigador de las ciencias sociales, así como un periodista, goza en ciertos momentos del placer de descubrir cosas, fenómenos que actualicen nuestra percepción o nuestro estado de información del mundo.

Este placer de descubrir, revelar y exponer siempre embriaga al investigador, de tal modo que una vez terminada o descubierto el suceso queda la ansiedad de ir por más, descubrir todo aquello que se oculta a la mirada. En mi caso tengo el placer de descubrir artistas; una joven artista y filósofa con el potencial de llegar con su arte a nuestras vidas y piel. Descubrir y exponer a esta potencial artista del body art es un placer para mí.

En un primer momento su obra destaca en calidad de una mujer que se abre camino en el mundo del tatuaje, un territorio artístico donde en los últimos años podemos registrar una mayor afluencia de chicas dedicadas a esta exótica y seductora profesión. No solo basta con la atmosfera seductora que posee el mundo del tatuaje en sí, sino también el hecho que haya mujeres creativas y talentosas incorpora a este mundo una atmosfera fascinante.

Mujeres bellas por naturaleza y exóticas por profesión, impactan en el mundo donde habitan; ganándose un espacio, no por grandes discursos que prometen para ellas igualdad, ni una vanguardia de cartel y de consignas, sino por su propio trabajo individual y su excelente talento. Este nuevo espacio que descubro con el ojo curioso, el mundo del tatuaje y las mujeres, se abre como un ejemplo de belleza exótica y un halo místico que envuelve a todo aquel que quede seducido por la mano de seda de una artista como Daniela Hidalgo. La belleza del diseño y la forma en la piel seducen, la mano de la mujer erotiza, Daniela Hidalgo es una tatuadora con un potencial infinito en sus manos y creatividad. Atrapado por la curiosidad y mi deseo de indagar en la vida de esta chica filósofa y tatuadora le hago las siguientes preguntas.

G (Gabriel) – ¿Nombre?

D (Daniela) – Daniela Hidalgo Chaviano

G – ¿Nombre artístico?

D – No tengo

G – ¿Cuéntanos un poco de tú historia de vida en el arte?

D – Desde muy pequeña recuerdo que lo único que hacia era dibujar, siempre llevaba una libretica y un lápiz a cualquier lugar que iba; pintaba las cosas que veía, creaba mis propias ilustraciones, le hacia dibujos a mis amigos y a mi familia. Empecé a dar clases en un taller donde no aprendí mucho, pero conocí sobre las técnicas de grabado, algo de historia del arte y un poco de teoría del color. En ese taller estuve cinco años de mi vida, cuando acabé los cursos empecé a dar clases con un profesor porque estaba enfocada en cursar en San Alejandro (Academia de artes plásticas). Aprendí muchísimo, dibujé muchísimo y evolucioné muchísimo pero no fue lo suficiente para entrar en la academia. Fue una etapa en la que me desilusioné mucho claro y pues dejé un poco de lado la idea de entrar en la Academia y me enfoqué en empezar una carrera universitaria. Siempre pensé en algo que tuviera que ver con las artes visuales; diseño, historia del arte, pero por cosas de la vida llegó la filosofía a mi mundo.

G – ¿Cómo llega la filosofía a tú vida?

D – Yo tenía una idea casi nula de lo que era la filosofía, para mi era lo que me habían enseñado en el preuniversitario sobre política, sobre personas que hablaban mucho y pensaban mucho, pero nunca transcendió más allá de ser una asignatura como tantas otras. Y cuando me llegó la boleta, recuerdo que había que llenar diez espacios con posibles carreras y yo solo tenía en mente primero las carreras relacionadas con las artes y luego en los espacios que quedaban eran casi todos para poner carreras de letras y ciencias sociales. Y pues nada, me dieron filosofía, no tenía idea de lo que significaba la filosofía, empecé a documentarme, preguntar a amistades que estudiaban en la universidad y conforme iba aprendiendo y cursando mi carrera descubrí un mundo muy amplio e interesante que combinaba en tantos aspectos con mi forma de vivir, con mi creatividad; aquello que era desconocido para mí, la filosofía, cambió mi perspectiva de imaginar y representar el mundo.

G – ¿Cuándo empezaste a hacer tatuajes?

D – Siempre me han gustado los tatuajes, me fascina la tinta, los colores, me fascina el arte en todas sus formas y expresiones. Hace poco menos de un año empecé a tatuar, algo totalmente diferente a lo que acostumbraba a hacer, dibujar sobre papel, sobre una superficie inanimada es algo que llevo haciendo toda mi vida y cuando empecé a trabajar en formato piel fue algo que enfrenté con precaución y respeto. Te puedo decir que fue una experiencia maravillosa, por muchos factores, ganas seguridad, ganas talento y juegas con muchos elementos externos, además de atender al cliente que confía su piel para que tú trabajes en ella. Para mí, es tremenda responsabilidad y una satisfacción aun mayor cuando los demás valoran tu talento.

G – ¿Cómo piensas que la filosofía te ayuda en el arte y los tatuajes?

D – Me ayuda en tantas formas, como darle un sentido a lo que hago, a tener amor por mi trabajo y más conocimiento de amplitud estética de este movimiento artístico (body art) y de su relación con la subjetividad humana.

G – ¿En qué proyectos estás ahora?

D – Ahora mismo solo quero evolucionar, trabajar, trabajar, trabajar. Estoy enfocada en ello de forma independiente, estoy creando mi propio estudio y pues con el tiempo vendrán más proyectos junto a personas maravillosas y talentosas del mundo del tatuaje.

G – ¿Dónde pueden encontrarte los lectores de Dialektika en las redes sociales y en Cuba?

D – Me pueden encontrar en Instagram, ahí publico todo lo que hago relacionado con las artes visuales y mi trabajo como artista del tatuaje, también me pueden encontrar en mi estudio ubicado en alamar (Habana del este).

G – ¿Qué intentas transmitir en tus obras y tatuajes?

D – Me gusta mucho transmitir la forma femenina a través de las líneas y curvas, todas las obras giran un poco entorno a esa idea. Esa sencillez, esa suavidad es lo que me permite representar el universo femenino de amplias maneras. Creo que mi mayor recurso de expresión soy yo misma, siempre me represento de muchas maneras, desde muchos atributos, sentimientos y a través de mis particularidades puedo transformar mi obra en generalidades femeninas, la sensualidad, el color, el símbolo.

G – ¿Cuba? ¿En que medida influye en tú obra y en qué medida no?

D – Cuba es mi esfera vital, donde nací, donde crecí, donde aprendí, donde sentí y donde continúo viviendo mis momentos más importantes. Creo que, así como mi obra es la representación de una persona, Cuba es parte de mi arte en la misma medida que es parte de mi.

G – ¿Algún proyecto futuro de tu creación artística que quieras confesar a Dialektika?

D – Aún no quiero adelantar nada que no sea seguro

G – ¿Qué relación encuentras entre el cuerpo, la subjetividad y los tatuajes?

D – Los tatuajes son una representación de nuestra subjetividad, más allá de tener un significado conceptual o no, creo que llevar algo permanente en la piel simboliza un sentido de individualidad y territorialidad sobre nuestro cuerpo. Hace un tiempo leí un artículo en que explicaba que el cuerpo tatuado es significado de lo subjetivo, es territorio de autocontrol, de la apertura a nuevas posibilidades de textualizarse por medio de la libertad y el deseo. Es realmente interesante esta idea pues corrobora que el acto de tatuarse representa una construcción de la espiritualidad humana en la piel.

G – ¿Cuéntanos un poquito de tus clientes? ¿Qué buscan cuando se tatúan? ¿Apariencia?

D – Bueno realmente no podría crearte un perfil de cliente de forma general, creo que en mayor parte las personas nos guiamos por la moda, por la normalización del fenómeno. Pero he visto en este corto tiempo personas que se tatúan los nombres de sus parejas, he visto otras que quieren tapar un nombre viejo que ya no les gusta, he visto los que se enfrentan por primera vez al tatuaje y solo quieren saber qué se siente. Creo que lo que tienen en común es la motivación de querer tatuar su piel, la sensación de independencia y de libertad los motiva a tomar la decisión de pintar su piel; da igual si es el nombre de Pedro o es el ave fénix en toda su espalda…

G – ¿Qué palabras quisieras transmitir a los lectores de Dialektika?

D – Nada, espero que les haya parecido interesante esta entrevista, que me sigan por las redes sociales y espero que les guste mi obra.

El lector descubrirá en la obra de Daniela el trazo femenino, pero también una capacidad creativa que promete en los próximos años un éxito ganado con su talento y esfuerzo. Que las líneas de esta entrevista permitan al lector conocer de ese arte que germina en las calles; así como de mujeres independientes y talentosas que no necesitan refugiarse en consignas de moda ni movimientos victimistas.

Bibliografía

Schopenhauer, A. (2005). El mundo como voluntad y representación II. Madrid: Editorial Trotta.