Tu sentencia puede ser la muerte porque
¡Yo soy la ley!
Ya no estarás jodiendo más
Yo juzgo al rico y al pobre
¡Yo soy la ley!
¡Comete un crimen y te cerraré la puerta con llave!
(“Yo soy la ley”, grupo Antrax)
Hace unos días un amigo me hizo una pregunta muy difícil: ¿dónde está la justicia? Yo no supe que responderle, solo decirle que desde mi punto de vista, me parecía un bien muy abstracto, manipulable y escaso, como la creencia en algún Dios.
Por desgracia, en muchas partes del mundo los estandartes que deberían defender este principio de armonía de la sociedad, que son el estado y la policía dejan mucho que desear. Marchas contra muertes causadas por la violencia policial en varios países. En otros lugares de Europa personas molestas al ser clasificada la flatulencia externa como un delito civil.
Aun así, el arte sigue siendo la forma más fuerte de desahogo, reflejo y catarsis de la sociedad. Y uno de los personajes de ciencia ficción que ridiculizan estos tiempos complejos es Juez Dredd.
Dredd salió en el número dos de la revista 2000 AD. Lleva más de 66 años en las viñetas impartiendo justicia a raja tabla, siendo muy interesante e irónico cómo un personaje que satiriza la sociedad norteamericana del futuro es el símbolo más importante de la historieta inglesa.
Creado por John Wagner y Carlos Ezquerra, por sus viñetas han pasado varios de los guionistas ingleses más exitosos, como Ennis, Morrison o Millar; relataron historias donde se empleaba el sistema de jueces, para satirizar políticas contemporáneas y realizar mucha crítica social.
Un detalle muy curioso y que muchos lectores se preguntan es el misterioso rostro de Dredd, no porque sea un enmascarado sino porque nunca se quita su peculiar casco. Según su creador, esta característica del personaje se basa en la falta de alma y de rostro de la justicia, el juez Dredd solo existe para hacer cumplir la ley, quien esté detrás del casco es irrelevante.
El estilo de Ezquerra le otorga a Dredd una seriedad muy frenética, capaz de arrastrar al lector a la fuerza a través de la tierra baldía de la Tierra Maldita y la terrible urbe mecanizada de Megaciudad 1.
El escenario tiene lugar en una Norteamérica postapocalíptica, lo que queda de la civilización se refugia en enormes mega ciudades enumeradas. Lo demás pertenece a un páramo irradiado conocido como “La Tierra Maldita”, donde viven los mutantes y los otros seres rechazados de las megaciudades.
Megaciudad 1 es el hogar hacinado, con una elevada tasa de desempleo de 400 millones de ciudadanos. Esto provoca que las tensiones sociales sean contantes y el crimen se dispare a cifras de desastre.
Por el exceso de crimen, la falta de tiempo y ante el peligro de la anarquía total, surgen los jueces. Estos se encuentran facultados para aplicar justicia y ejecuciones en el acto, estos hombres y mujeres son jueces, jurados y verdugos. El ‘Sistema de Jueces’ se ha extendido por todo el planeta, con varias Mega-ciudades procesando métodos similares para aplicar la ley. De esta manera, este modelo político se ha convertido en la forma más común de gobernar la Tierra, con solo unas pequeñas zonas donde aún se rigen por la ley civil. Es importante declarar que el cargo de Juez Supremo puede ser asumido tanto por hombres y mujeres, pero nunca por mutantes.
Joseh o Joe Dredd es el máximo representante de los jueces de Mega City 1 y patrulla diariamente los gigantescos bloques donde habitan más de 50,000 personas. El crimen está a la orden del día y la ley se aplica hasta sus límites más brutales. No en pocas ocasiones la interpretación que se hace de la misma es poco menos que sorprendente.
Joseph y su hermano Rico Dredd son el resultado de un experimento de clonación “El proyecto Janus” mediante la genética del Juez supremo Fargo, uno de los jueces elite. Su crecimiento fue acelerado de manera artificial hasta tener una apariencia fisiológica propia de unos niños de 5 años, con todo el conocimiento apropiado para su edad, implantado en sus cerebros durante la gestación.
Cuando eran cadetes, durante las Guerras Nucleares de 2070, fueron temporalmente habilitados como Jueces con capacidades plenas, para restaurar el orden en las calles llenas de terror. Fueron elegidos para tomar parte en el asalto a La Casa Blanca cuando el Departamento de Justicia le dio un golpe de estado al presidente Booth. Ambos avanzaron deprisa dentro de la Academia de la Ley, graduándose Joseph el segundo de su clase, mientras que Rico lo hacía de primero. Por desgracia durante ese mismo año, Joseph se ve obligado a arrestar a Rico por asesinato y corrupción. Después de cumplir veinte años de condena, Rico intenta buscar venganza y Joe se ve forzado a dispararle en defensa propia. Más tarde tendrá que asumir de manera muy deficiente el cuidado de su sobrina Vienna que, a pesar de conocer el hecho de que Dredd ejecutó a su padre, ella lo perdona y lo quiere mucho, como su querido tío Joe.
Aunque Dredd ejerza su deber por encima de cualquier otra prioridad, su devoción al sistema no es ciega. En dos ocasiones Dredd renegó del cuerpo por discrepancias con sus principios, pero en ambas ocasiones regresó a unirse al cuerpo. También ha mostrado su desacuerdo contra leyes del Departamento de Justicia que hasta él considera demasiado racistas y excluyentes, simpatiza con los mutantes o por los gritos de los ciudadanos por la libertad, pero él no puede hacer mucho, él es solo un producto de su sociedad, hecho para hacer justicia y a eso solo se dedica.
Por ejemplo, en una historia se enfrenta a un grupo de enanos rebeldes (sátira de los siete enanos de Blancanieves). Al final de la historia logra derogar una ley que clasificaba a los enanos como mutantes y ahí su expulsión directa de la ciudad. Logra que la estancia de estos sea legal de nuevo para después detenerlos y procesarlos por intento de homicidio a su persona.
Dredd no tiene vida familiar, ni tiempo para descansar. Aunque se preocupa y protege a la gente que quiere, Dredd no quiere vincularse con nadie, es riesgoso para todos; conoce sus limitaciones e incapacidad social como persona para ser padre, amante, amigo y hermano. Cada día y noche se la pasa patrullando las calles. Al terminar su agotante jornada, regresa al gran Salón de la Justicia y se mete en la máquina del sueño para obtener solo diez minutos de descanso y después volver al trabajo.
Además de lidiar con todas las dementes amenazas que ponen en peligro a la ciudad y sus ciudadanos, el propio Dredd se vuelve un peligro para todos los habitantes si estos cometen incluso el más mínimo de los delitos. El futuro puede ser muy duro, pero la ley es la ley.
Sobra decir que Dredd debe lidiar con una variopinta galería de villanos y criminales siendo uno de los más populares, un reflejo mucho más retorcido de él mismo, el Juez Muerte y los Jueces Oscuros (Sátira de los Jinetes del apocalipsis). Estos provienen de una dimensión alternativa llamada Mundo Muerto donde, como todos los crímenes eran realizados por los vivos, la vida es declarada ilegal y por eso ellos son los encargados de erradicarla.
Es muy curioso mencionar que Dredd ha tenido varios crossovers con varios iconos del comic, siendo los más populares las series que ha compartido con Batman, donde el Juez no pierde oportunidad para apresar al Caballero de la Noche dado que el vigilantismo en su mundo es ilegal.
Juez Dredd además de inspirar la canción “I am the law” del grupo Ántrax, ha tenido dos adaptaciones fílmicas y dos fan films animados. La primera, protagonizada por Sylvester Stallone con una buena ambientación y banda sonora. Tiene un pésimo guion y el hecho de que Stallone a pesar de su especial quijada se quite el casco y muestre sus falsos lentes azules, echa por tierra toda la película. La segunda, ha sido un filme muy subvalorado y con muchas irregularidades en su realización a pesar de que Karl Urban con su casco puesto lograría hasta ahora la interpretación más fiel del personaje.
El fan filme animado Juez Dredd: supervillano a pesar de sus libertades en la trama y en su media hora de duración representa un digno enfrentamiento de Dredd con su archienemigo Juez Muerte.
Otro punto a parte sería el corto fan film de Juez Minty con un despliegue de efectos especiales y guion sólido que debería tener una superproducción. Quizás donde cojea el metraje es en la interpretación del propio Dredd, pero la historia de Minty, un viejo juez que en los últimos años de su servicio se cuestiona sus valores al pensar que quizás la ciudad y su gente no son tan malos, duda que casi le cuesta la vida, está muy bien logrado.
Las aventuras del Juez Dredd tienen lugar en tiempo real, o sea, Joseph es uno de los pocos personajes de ficción que existen y que envejece a la par que todos nosotros. Su serie comenzó en el futuro de 2099 ya luego de 50 años de servicio activo su carrera se acerca a su posible final. En 2130 es diagnosticado con cáncer de duodeno, siendo este benigno. En 2132 es invitado en recompensa por sus años de servicio a formar parte del Consejo de Los Cinco, la entidad gubernamental más poderosa de su ciudad, donde sirvió alrededor de dos años. Ya estamos en el 2141 y Dredd con 66 años en sus costillas sigue patrullando las calles abarrotadas de Mega Ciudad 1 combatiendo el crimen.
Si quieres averiguar dónde se halla la justica de estos días, quizás puedas preguntarle a Dredd, estoy seguro de que no se molestará en darla a un ciudadano una debida respuesta.
Referencia
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