Narges Mohammadi, defensora iraní de los derechos de las mujeres condenada a 12 años de cárcel, ganó el viernes el Premio Nobel de la Paz.
El comité que concede el galardón declaró que el premio era un testimonio para todos aquellos que están detrás de las recientes protestas en Irán, y pidió la liberación de Mohammadi, que ha hecho campaña tanto por los derechos de la mujer como por la abolición de la pena de muerte.
«Este premio es ante todo un reconocimiento a la importantísima labor de todo un movimiento en Irán, con su líder indiscutible, Narges Mohammadi», declaró Berit Reiss-Andersen, directora del Comité Nobel noruego Reiss-Andersen.
El activismo de Narges Mohammadi
En la década de 1990, siendo una joven estudiante de física, Narges Mohammadi ya se distinguía como defensora de la igualdad y los derechos de la mujer. Tras concluir sus estudios, trabajó como ingeniera y columnista en varios periódicos reformistas. En 2003 empezó a colaborar con el Centro de Defensores de los Derechos Humanos de Teherán, organización fundada por la Premio Nobel de la Paz Shirin Ebadi. En 2011, Mohammadi fue detenida por primera vez y condenada a varios años de prisión por sus esfuerzos para ayudar a los activistas encarcelados y a sus familias.
Dos años después, tras quedar en libertad bajo fianza, Mohammadi se sumergió en una campaña contra el uso de la pena de muerte. A causa de su activismo, fue encarcelada de nuevo en 2015. A su regreso a prisión, comenzó a oponerse al uso sistemático de la tortura y la violencia sexual contra los presos políticos, especialmente las mujeres.
La oleada de protestas del año pasado fue conocida por los presos políticos recluidos en la tristemente célebre prisión de Evin, en Teherán. Una vez más, Mohammadi asumió el liderazgo. Desde la cárcel expresó su apoyo a los manifestantes y organizó acciones de solidaridad.
En total, el régimen la ha detenido 13 veces, la ha declarado culpable cinco veces y la ha condenado a un total de 31 años de prisión y 154 latigazos.
