A poco que lo piense, cualquier español de a pie sabe de sobra que el “principal partido de la oposición” hubiera hecho exactamente lo mismo, o yendo todavía más lejos (como cuando el propio Jose María Aznar, el coco embustero y pelúo que está detrás de todo el complot de estas protestas, denominó en 1998 a ETA “Movimiento Vasco de liberación”), que lo que ha perpetrado Pretty Sánchez, con la diferencia de que en esta ocasión se ha hecho para un buen fin.
Y, a poco que lo piense un poquito más, cualquier español/a de a pie sabe de sobra que es una broma de mal gusto que la derecha trate de asustarnos ahora con una “dictadura socialcomunista”, porque, parafraseando a Lex Luthor en la primera de Superman (impagable Gene Hackman), de instaurarse una flamante dictadura iliberal en España habrían sido ellos… Pero se debe reconocer que hay gente astuta en la Fundación FAES presidida por aquel, por el coco pelúo, el de las “armas de destrucción masiva”.
El libelo El Mundo ha publicado una invención digna de aquellos autobuses que portaban lemas completamente falsos en tiempos de la votación por el Brexit: resulta que unos “nuevos indignados” salen a la calle a fundar un 15-M inverso, el 15-M de los Sith, ahora bautizado como el 12-N (“una vez más los Sith controlarán la galaxia y nos llegará la paz” -Darth Sidious a Darth Vader).
Digo yo que estos nuevos indignados acamparan en los hoteles de cinco estrellas y en los despachos de la sede de la Comunidad de Madrid en la Puerta del Sol escoltados por la policía y no saldrán hasta que se enciendan las luces urbanas de la Navidad y al El Corte Inglés de la calle Preciados le lleguen los primeros turrones del Club Gourmet. De modo semejante, espero que formen piquetes desinformativos en la puerta de la FNAC y la Casa del Libro para requisar todos los artículos de cultura que los madrileños haya osado adquirir para sí mismos o para sus seres queridos en esas fachas tan señaladas. Por último, no sería extraño que cada noche se formasen corrillos de cachorros del Barrio Salamanca debidamente abrigados por Carolina Herrera para discutir acaloradamente y hasta altas horas de la madrugada acerca del destino del hijo de Rodolfo Sancho, de los pechos y los pómulos de la Ayuso y del virginal empaque de la princesa Leonor.
¿Cómo, pues, no recordar los inmortales versos de (y para colmo catalán) José Agustín Goytisolo, conocidos en toda la piel de toro, ligeramente retocados para la patriótica ocasión?
Érase una vez
un fascista bueno
al que maltrataban
en todos los medios.
Y había también
una reconciliación mala,
una clase alta hermosa
y un pepero honrado.
Todas estas trolas
ensordecían la red
cuando yo soñaba
un mundo al revés.