Lo Histórico y lo Tecnológico en los Estudios Sociales (Algunas Reflexiones)

diciembre 24, 2020
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Lo Histórico y lo Tecnológico en los Estudios Sociales | Gabriel Beregovenko, 2019

El Estudio de lo Social

No cabe la menor duda de que la tecnología ha transformado la vida humana. Es casi novelesco pensar la existencia moderna sin el uso de las ciencias aplicadas. La modernidad, desde sus inicios en el renacimiento, necesita de una inmanencia terrenal que responda a las necesidades productivas del sistema social que se despliega. Lo social como fenómeno u objeto de investigación científica nace de una reclamación moderna por entender problemáticas que antes estaban subsumidas por los enfoques religiosos y metafísicos.Anteriormente, el comportamiento humano, ya sea grupal o individual era explicado bajo las costumbres religiosas de origen trascendente. Tanto las organizaciones de los pueblos, como sus valores, costumbres, ritos, actos sagrados y profanos estaban constreñidos a valores metafísicos.

Auguste Comte y Theodor Adorno

Ahora bien, la idea de lo social y su construcción desde una ciencia sociológica -según Theodor Adorno- es un producto relativamente nuevo en la historia. Esta es hija del positivismo, y germina con el interés de una compresión liberada de la fe religiosa y la especulación metafísica. La necesidad del apego riguroso a la objetividad. Auguste Comte se considera en términos generales el fundador de la sociología y el creador del positivismo. Las premisas científicas y objetivistas marcaban el ritmo de la sociología. El apego riguroso a los hechos y la similitud con las ciencias naturales moldearon en principio la forma de pensar la sociología. El objeto de la sociología, según Adorno y Horkheimer, no era completamente nuevo, de hecho, el objeto social ya había sido de cierta forma abordado desde Platón en su obra “La Republica”. Una doctrina de la sociedad justa y el descubrimiento de sus leyes fue en un primer intento el interés de Platón. La investigación de una polis armónica y de un estado justo y racional despliega la necesidad de un esquema, de un deber-ser social. Posteriormente Comte considera la formación de una ciencia rigurosa que reconozca «leyes naturales» en el comportamiento grupal humano. Según Adorno y Horkheimer la sociología en su nacimiento como disciplina tenía los siguientes propósitos:

La sociología positiva, en el sentido de Comte, considera como tarea propia el reconocimiento de las leyes naturales que todavía son concebidas como “inmutables”. Lo que importa es la “exactitud” rigurosa de la comprobación, y no una verdad absoluta o la sociedad justa. La nueva ciencia excluye “toda vana e inaccesible investigación de la íntima naturaleza o del modo esencial de producción de un fenómeno cualquiera”. Sus instrumentos son solo “la observación pura”, el experimento en sentido propio y, por último, el método comparativo. Presupone en forma explícita, y en cierto modo dogmáticamente, que “el movimiento social (esta) sujeto necesariamente a leyes naturales invariables (y no) a una voluntad cualquiera”.(1)

La búsqueda de «leyes naturales» e inmutables que rigen el fenómeno social es el principio de la sociología en su nacimiento.

La inmutabilidad de esas leyes corresponde a la copia del modelo clásico de las ciencias naturales. Las leyes de las ciencias naturales son permanentes y “exactas”, no hay cambios ni modificaciones en ellas. Al igual que las leyes de la mecánica clásica, la idea de la sociología desde el punto de partida positivista aspiraba a descubrir mediante la observación estricta de los hechos regularidades y leyes inmutables, permanentes en tiempo y espacio.

La Introducción de la Perspectiva Histórica

Los filósofos Adorno y Horkheimer afirman que Comte había despejado el misticismo y la especulación en la sociología; pero el punto de partida de la ciencia positivista era claramente a-histórico. Tomaba los fenómenos sociales solo en tanto hechos e intentaba reproducirlos fielmente en esquemas de datos. Las influencias históricas son descartadas y obviadas.

Sin embargo, ya existía en el siglo XIX una filosofía social de corte histórico. Desde Herder hasta los románticos emerge un interés por la historia. El romanticismo y el Idealismo alemán tienen un notable interés por la esencia humana. Esta esencia solo viene a revelarse en la comunidad, en el entramado del sistema de organización humana. Ya sea el espíritu del pueblo o el origen de las costumbres, la esencia está en lo que hoy en el siglo XXI llamamos cultura.

Por un lado, tenemos a Comte despejando el misticismo religioso y especulativo de los fenómenos sociales. Por otro lado, el pensamiento alemán en general concibe la historia como fundamento del devenir de las sociedades. En esta relación entre lo histórico y lo a-histórico comienza la batalla de la filosofía social que sustentará en el futuro a la sociología. De forma paradigmática se contraponen Comte y Hegel. Por un lado, el positivismo, por otro la perspectiva de una dialéctica en la historia.

Jean Hyppolite en su libro «Introducción a la filosofía de la historia de Hegel» afirma lo siguiente:

Herder buscaba en todas partes, dentro de la historia, la energía viviente, no la forma invariable sino el devenir, el signo de la fuerza actuante.(2)

La propia vida del fenómeno social esta sostenido en fuerzas productivas y espirituales, estas fuerzas devienen históricamente y son la herencia de las luchas internan que emergen dentro de los propios fenómenos sociales. La incorporación de lo histórico en la idea de lo social complejiza el asunto y la ciencia sociológica. Ya no se trata de solo reproducir “fielmente” los hechos, ni los datos sociales, sino de descubrir las fuerzas inmanentes e históricas que condicionas estos hechos sociales a investigar.

¿Cómo el hombre ha llegado a ser lo que es? La influencia de las revoluciones europeas del siglo XVIII y XIX impulsan hacia un cuestionamiento sobre las capacidades del hombre para modelar sus circunstancias. Hacia finales del siglo XIX y principios del XX se hablaba de ingeniería social. La capacidad de modelar lo social es una reclamación típicamente moderna.

El propio Marx buscaba en sus investigaciones los elementos, las fuerzas y las condiciones donde emerge la posibilidad científica de modelación social. El marxismo toma en cuenta que para comprender lo social, hay que desplegar una analítica de lo histórico relacionado con lo productivo. En la relación entre lo histórico y lo productivo emerge la pregunta por el desarrollo de la técnica o lo tecnológico.

La Técnica

La técnica es comprendida como la capacidad de fabricar instrumentos, medios, útiles, aparatos y maquinas. Se manifiesta como un hacer del hombre a través de medios y con unos fines determinados. Técnica proviene de la palabra griega τέχνη (téchne, arte, técnica, oficio). Desde el hombre primitivo construyendo un martillo, hasta un campesino arando la tierra desarrolla ciertas formas de conducirse frente a su objeto de acción. El hombre elabora instrumentos, desarrolla estrategias de acción, de cuidado y métodos que forman el oficio de la acción. Desde el momento en que el hombre primitivo se encontraba en un proceso de selección de sus materiales para construir instrumentos o su hogar, establecía estrategias y métodos de acción. Ya sea para cuidar, crear y mantener el fuego o cocinar los alimentos; estos actos modelados y coordinados son formas de técnica antiguas. Desde el punto de vista marxista, el desarrollo de la técnica sostuvo las revoluciones sociales que ha vivido la humanidad. En la producción de bienes humanos y la división social del trabajo, la técnica fue la plataforma de operatividad de las capacidades productivas del hombre. El desarrollo de herramientas de cultivo, la capacidad de manejar la metalurgia; y otros eventos tecnológicos han modelado de cierta forma los desplazamientos humanos en términos sociales.

Lo Tecnológico en los Fenómenos Sociales

En el proceso de satisfacción de las necesidades humanas el hombre realiza el trabajo. Producto del trabajo nacen técnicas y procesos que desarrollan la eficiencia productiva. Haciendo una breve historia de las relaciones sociales y la tecnología podemos de forma general bosquejar la importancia de lo tecnológico en los fenómenos sociales.

El Fuego

El primer momento donde se manifiesta con evidencia la relación entre la técnica y lo social está en la capacidad humana de producir fuego de forma artificial.

El hombre antiguo desarrolló estrategias de selección de materiales y acciones determinadas como la fricción para crear y conservar el fuego. La capacidad de crear el fuego de forma artificial fue algo muy revolucionario para las dinámicas sociales humanas. Esto permitía la expansión del hombre por todas las zonas del planeta. También imponía ya seguridad y capacidad posterior de forjar los metales y creación de la alfarería. Tal vez la capacidad de crear el fuego de forma artificial fue el primer gran paso a lo propiamente humano, en sentido de la construcción de un sistema de relaciones grupales diferente al existente en el reino animal.

El más fuerte ya no es simplemente aquel con mayor fuerza física, sino también aquel que posea la técnica adecuada de sobrevivencia. Es evidente que el fuego iniciaba una restructuración de las prácticas y costumbres sociales humanas.

La Agricultura

El desarrollo de la agricultura también ocasionó cambios sociales, la agricultura fue una revolución tecnológica que trajo aparejado una revolución social. El cambio de la humanidad de sus hábitos nómadas hacia el sedentarismo estuvo sostenido por la capacidad agrícola del hombre. Este cambio del nomadismo al sedentarismo es sin duda uno de los fenómenos sociales más revolucionarios del hombre. Desde el punto de vista del marxismo las capacidades productivas y la actividad de trabajo humano mediante la tecnología atraviesa la división social del trabajo. Desde la rueda hasta la máquina de vapor, todas estas formas de construcción humana han modificado de forma social la vida del hombre. Inclusive Engels afirma directamente que el desarrollo tecnológico empuja de forma definitiva las revoluciones sociales. Ya sea la imprenta en el renacimiento hasta la máquina de vapor en la modernidad.

En la Vida Moderna

Hoy en día es innegable la afirmación de que la tecnología sostiene la vida moderna de forma social e individual. Desde una vacuna para la gripe hasta el desarrollo de computadoras. Lo característico es que el trabajo crea medios para modificar las circunstancias; y en esta modificación de las circunstancias el hombre en su actividad se modifica a sí mismo. Las estructuras sociales han devenido en función de cómo el propio hombre en términos grupales e individuales ha modificado sus medios de vida. Desde la clásica composición familiar de inicios del siglo XX hasta la actual familia del siglo XXI han devenido múltiples formas y estrategias tecnológicas que influyen en los fenómenos sociales.

La planificación familiar y la baja natalidad de algunos países están influidos por técnicas y procedimientos tecnológicos. Todo esto, atravesado por la historicidad como plataforma de los hechos sociales. Lo histórico y lo tecnológico son momentos mismos del fenómeno social que la teoría sociológica no debe dejar de lado.

Notas

I Adorno, Theodor W. y Horkheimer, Max (2004). La Idea de sociología. La Habana: Editorial Félix Varela. p. 348.
II Hyppolite, Jean. (1970). Introducción a la filosofía de la historia de Hegel. Buenos Aires: Ediciones Caldén. p. 26.

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