El mundo llega a su fin.
El fin de año nos sorprenderá en fiestas con familiares y amigos. Es algo normal como lo dictan las costumbres y la tradición. Pero este año, la tranquilidad habitual ha sido perturbada por una nueva circunstancia nada feliz.
El mundo llega a su fin.
Sí, las noticias han ocupado titulares en los últimos meses, y la polémica no es en absoluto despreciable. Para algunos, parece ser un malentendido causado por los mayas y, además, alimentado por el rumor habitual de los medios de comunicación. Pero para otros, aunque es fantástico, el final es inminente.
Algunas teorías
Si hacemos un poco de historia, podemos recordar fácilmente que el acto de predecir el futuro no es nuevo. Es la moda más prolífica e imaginativa de la historia de la humanidad. Así, encontramos en la historia incontables leyendas que confirman la preocupación del hombre por su fin.
Recordemos por ejemplo el texto sagrado de la Biblia. O la certeza, incuestionable para sus contemporáneos, del Papa Inocencio III en 1284 cuando predijo que la humanidad terminaría 666 años después del surgimiento del Islam.
Más tarde, en un contexto diferente, en 1954 Dorothy Martin, una ama pacífica ama de casa de Chicago, dijo que había recibido mensajes de extraterrestres. Estos, aparentemente, afirmaban que el mundo terminaría con una gran inundación antes del amanecer del 2 de diciembre.
El colmo de todo esto sería el caso del milenio, cuando se predijo que millones de computadoras en todo el mundo dejarían de funcionar. Esto supuestamente iba a conducir a fallas en el suministro de energía, el control de las ojivas nucleares y en general fallos en los sistemas electrónicos a nivel mundial.
La nueva moda, si el término se ajusta, establece que el día del solsticio de invierno, el 21 de diciembre de 2012, exactamente a las 11:12 minutos, el mundo se acabará.
Esta creencia se basa en las enseñanzas de la cultura maya, y se justifica por la culminación de uno de sus calendarios, que tiene 5125 años. Para esta cultura, ese día llegará a su fin un ciclo llamado baktun 13, y este será aparentemente diferente.
¿Bajo qué circunstancias o motivado por qué?
Hasta ahora solo sabemos que es debido a tres posibles causas: el impacto de un asteroide, un agujero negro o debido a la alta actividad solar.
El fin del mundo en la Habana.
Sin embargo, en nuestras vidas pacíficas y tranquilas, no tenemos una tradición apocalíptica similar. En esta tierra, y estoy hablando desde el centro del Caribe, el apocalipsis provoca diferentes actitudes. Y es cuando la cuestión de la existencia adquiere un matiz completamente diferente.
Caminando por La Habana, podemos entender esto.
Encontramos adivinos, santeros y espiritistas que entregan «ofrendas divinas» en cada cuatro-esquinas; vasos con agua que intentan influir en los poderes espirituales, o cintas rojas que adornan y protegen las casas.
Sí, esta es una de esas ciudades donde creer es vivir … necesitas mucha fe para vivir. Quizás algunas personas puedan pensar que es lo contrario del fatídico y trágico fin del mundo. Pero la pregunta sigue siendo: ¿qué fin? ¿El real o el fantástico?
De una forma u otra, los expertos olvidaron incluir esta ciudad en la lista de los 14 lugares donde puedes pasar el fin del mundo.
Mire, si Calderón de la Barca dictaminó que «toda la vida es un sueño y los sueños son sueños», aquí en nuestra isla podemos decir que la vida es una celebración y las fiestas, fiestas lo son.
Algunas opiniones
Discutí estas ideas con un vecino y dijo que «… la inversión que hacemos en Navidad y Año Nuevo es más importante. ¡¿A quién le importa si un meteorito cae ese día amigo mío?»
Sin embargo, otro amigo muy conocedor de los aspectos prácticos de la vida me recomendó usar la mejor ropa que tenía, hacer lo que quisiera, que intentara besar a la mujer que nunca había besado, hacer lo que siempre había soñado. «Si alguna vez llega el fin, al menos hiciste algo … ¿verdad?»
Finalmente, fui a comprobar la sabiduría de otro bailarín sabio de la realidad que «no tiene mala suerte, ni en la vida ni en la muerte». Después de mi pregunta sobre el significado o no del fin del mundo, respondió sin miedo: «¿Yo? No hermano, si es el fin, déjalo. Sí, voy a alquilar algunas sillas y un pedazo de techo. Y luego tendré una mejor vista del llamado evento misterioso «.
Lo cubano
Estimado lector, la verdad es que, si el cataclismo fatídico llega a la isla, nos encontrará esperándolo.
Aún más, confesaré nuestro secreto. Esto no es excepcional. El mundo en esta isla termina cada segundo, minuto u hora de vida. En conciertos, estadios de béisbol llenos de gente, festivales de cine o ferias del libro.
Cantando, bailando, olvidando lo que tenemos y también recordando lo que no tenemos.
Frente a un destino misterioso y dialéctico, el cubano, que confunde a tantos eruditos, convierte nuevamente un desafortunado evento en un carnaval.
La pregunta ya está resuelta: en Cuba, el mundo siempre termina y no pasa nada.