«Atender al bien general es favorecer y acelerar el bien de todos».
José Martí
1. El Otro en José Martí es la revelación de lo que existe: es/en su Mundo.
1.1 «El mundo es la totalidad de los hechos, no de las cosas». De lo que es y lo que no-es.
1.2. El Otro en Martí revela el sentido y la existencia.
1.3. El Otro tiene sentido para Martí porque lo sitúa en el Mundo. Y tiene significado porque es verdad.
2. El Otro es lo que es, y a la vez, no es todo lo demás.
3. El Otro no se manifiesta, se revela y desafía…
4. El Otro es trascendente: a sí mismo y a la «cosa».
5. Distingue el Otro de las cosas, puesto que no es una mera «cosa» —aunque también lo es—: sabe que tiene libertad.
6. El Otro tiene una «exterioridad», esto es, la existencia del sujeto, anterior incluso a su existencia.
8. Martí se pregunta por el sujeto-otro, todavía no «otrificado», y ve la cosa que está más allá de su Mundo. El Otro lo constituye (al observador), en tanto que éste lo aprehende para-sí.
8.1. Así la «cosa» deja de ser cosa para convertirse en Yo; y viceversa, el Yo constituye el Otro.
9. El Otro no es «ente», es Alguien.
10. El Otro es el horizonte del mundo para Martí.
10.1. El Otro es lo próximo; también la proximidad.
11. No busca en el Ser las diferencias y estructuraciones ónticas; halla la Ontología.
12. Su com-prensión no es el mero entendimiento del Otro, es prenderse, agarrarse del ser-otro con todas sus fuerzas. Es hacerlo parte de sí, y relacionarlo con su totalidad.
13. Comprende que el mundo se expande constantemente, dialécticamente, y nuevos horizontes supondrán nuevos Otros.
13.1. Martí pasa de una totalidad a otra totalidad.
13.2. Donde el ente se mostró inmóvil, Martí vio mediaciones tras mediaciones.
14. La Otredad en Martí significa negro, indígena, mujer, anciano, niño, mestizo, obrero, campesino; es el pobre, es el amerindio, es el nuestroamericano, es el hombre todo, pero visto desde «abajo» o desde «afuera».
15. Con lo «Uno» se hace el «Otro»—Alteridad.
15.1. ¿Y quién es el otro? El otro es el ser: el otro soy Yo—dice el más grande.
16. La grandeza del Yo se expresa en la relación con la Otredad.
16.1. Mientras mejor se sabe afuera, más se conoce adentro.
17. Quien respete al otro, respeta su propio ser.
18. ¿Y cuál es el sujeto martiano? Es el «hombre natural», de acá; el que nos es más necesario, el del tronco, el que anda «en junto».
19. Patria es más que poblado, es más que región, es más que nación, es más que país; patria son todos: «Patria es Humanidad».
20. Y cómo llega a esto Martí, mediante la humildad que es la modestia del ser, es el respeto al compañero, pero también al no-conocido; es el respeto a lo ajeno.
20.1. El desconocimiento hacia el otro trae consigo el apremio desmedido y penoso del Yo: «El que juzgue de todo, que lo conozca todo. No juzgue de prisa el de arriba, ni por un lado: no juzgue el de abajo por un lado ni de prisa. No censure el celoso el bienestar que envidia en secreto».
20.2 Cuando se piense en lo humano, se debe tener cuidado pues se piensa en uno mismo. Incluye tú posición cuando criticas la Otredad, cuando criticas la extrañeza de otras almas. «En la mejilla ha de sentir todo hombre verdadero el golpe que reciba cualquier mejilla de hombre: envilece a los pueblos desde la cuna el hábito de recurrir a camarillas personales, fomentadas por un interés notorio o encubierto, para la defensa de las libertades».
20.3. La libertad individual radica en la libertad de los demás, en la emancipación humana; es libre el Yo en tanto el otro sea libre: la libertad es más amplia mientras más libres sean los hombres, y nunca va estar completa mientras exista un solo hombre en la opresión.
21. Ni joven ni viejo, ni negro ni blanco, ni mujer ni hombre… no hay superioridad; todos forman la Otredad en el ideario martiano.
22. No divulga la palabra el Apóstol, actúa; «hacer es la mejor manera de decir».
23. El ethos de algunos hombres no puede afectar al pathos de otros. «Es preferible el bien de muchos a la opulencia de pocos».
24. Somos individuos, pero antes somos comunidad.
24.1. La moral individual se engrandece cuando retribuye en la eticidad colectiva.
24.2. El primer acto del ser humano es nacer: relación sujeto-sujeto, y no sujeto-objeto como pensaban los filósofos. A partir que aquí el Ser es libre, porque tiene voluntad y conciencia.
24.3. La responsabilidad martiana con respecto al Otro no es responder a-alguien, es responder por-alguien. Es ponerse en el lugar del Otro. No como mera pose; es sustituir su ser y colocarse adentro del Otro y sufrir lo que el Otro sufre… llegando a un «Nosotros» simultáneo. Responsabilidad que practicó desde niño: mientras más grande se hacía lo que lo rodeaba, más grande era su responsabilidad.
25. Martí caminó por la vida encandilado por la cantidad de luz que vio siempre en el Otro. El Ser se le presentaba justamente ahí cuando todo alcanzaba significado y ocupaba entonces el sentido dentro de su totalidad.
Y como todas las fábulas cuando finalizan, se presenta la moraleja: El bien común no es más que el bien de todos.
En esto reside la Otredad martiana.