MADRID (Corresponsal). La escena ya forma parte de la historia del cine: tres personas se apuntan con un arma entre sí. Están a punto de disparar. Pero ¿quién lo hará primero?
Esta situación recibe el nombre de mexican standoff y representa ventajas y desventaja para los tres. Mientras que, en un duelo clásico, típico de tantos westerns, entre dos personas, quien dispara primero gana, aquí puede ser que el ganador sea el tercero en apretar el gatillo.
Según las últimas encuestas, las elecciones presidenciales de la Argentina, previstas para el 22 de octubre, se han convertido en un mexican standoff, que haría las delicias del director Quentin Tarantino.
El promedio elaborado por Radio Televisión Española (RTVE) indica que poco ha cambiado desde las primarias realizadas en agosto. Javier Milei, el libertario de extrema derecha, va adelante con un 33,3%, seguido por Sergio Massa, del peronismo gobernante (28,8%) y por Patricia Bullrich, de Juntos por el Cambio, una coalición de centroderecha moderada (24,7%).
¿Cómo habían salido las primarias, denominadas PASO en la Argentina? Milei ganó con el 30%, seguido por Juntos por el Cambio (Bullrich+Rodríguez Larreta), 28%, y Massa, 21%. Entonces, según las encuestas, Milei y Massa subieron, mientras que Bullrich sería la única en estar a la baja.
Claro que aquí no puede soslayarse un dato: casi once millones de argentinos no fueron a votar en las primarias. Una cantidad de votos que podría cambiar cualquier pronóstico (de hecho, todas las encuestas fallaron en las primarias). Pero, además, como el margen de error de las encuestas es del 5%, los tres están más cerca de lo que parece.
Mientras escribo estas líneas, desde la asoleada y tranquila Madrid, el dólar supera la barrera de los $ 1.000, en un contexto de híper inflación tan explícito como una película porno.
¿Puede Massa, ministro de Economía nada menos, tener tantas chances mientras deja que el país prácticamente se hunda como el Titanic? ¿Será cierto que Bullrich ya no tiene oportunidades?
Según la lógica del mexican standoff, precisamente, Bullrich estaría en mejores condiciones que Massa para ingresar al balotaje (previsto para el 19 de noviembre). Solo hace falta que sepa cuándo desenfundar y hacer el último disparo. Eso sí, le queda poco tiempo.