Decálogo para escribir mejor con ayuda de ChatGPT

junio 8, 2024

Beatriz Méndez Guerrero, Universidad Autónoma de Madrid

El aprendizaje de la escritura es una piedra angular en todas las etapas formativas, pues favorece el pensamiento crítico, la estructuración de ideas y la trasmisión de la información. Con la irrupción y afianzamiento de las tecnologías basadas en inteligencia artificial generativa, que crean sus propios textos o “escriben”, se ha de revisar inevitablemente el modo en el que se adquiere y trabaja la escritura en el aula y, a la vez, reflexionar sobre su futuro papel en la educación.

Cada vez más expertos apuntan a la necesidad de integrar la inteligencia artificial en el aprendizaje, pero estableciendo pautas para un uso responsable. Esto mismo debe aplicarse a la escritura, donde resulta igualmente fundamental proponer estrategias para tutelar a los alumnos.

A continuación, se propone un decálogo para estudiantes y profesores interesados en la incorporación de inteligencias artificiales, como ChatGPT, en la didáctica de la escritura.

Decálogo para el uso de ChatGPT en la redacción de textos

  1. Generación y lluvia de ideas: Podemos explorar diferentes enfoques, perspectivas y argumentos relacionados con un tema concreto a través de ChatGPT. Así ampliaremos las ideas preliminares, mejoraremos la comprensión del tema e identificaremos posibles puntos de partida para el texto. Esta sería una manera de plantearlo: “Soy un estudiante de (indicar curso). Quiero explorar diferentes enfoques y perspectivas sobre el tema de (indicar tema del texto) para un (indicar tipo de texto: ensayo, monografía) de la asignatura (indicar asignatura). Proporciona una lista de ideas para añadir a estas ideas preliminares (añade listado de ideas propias). Utiliza un lenguaje formal y académico y no olvides citar las fuentes de las que extraes la información”.
  2. Análisis y síntesis de la información disponible. Puede resultar útil resumir artículos, investigaciones o documentos relacionados con el área de estudio, ayudándonos con ChatGPT, para ofrecer una visión general de las ideas clave y los argumentos principales. Esto ayudará a identificar las fuentes más pertinentes. Por ejemplo: “Soy un estudiante de (indicar curso). Necesito resumir los principales puntos y argumentos de esta investigación (adjuntar texto) para un proyecto escolar/universitario de la asignatura (indicar asignatura). Proporciona un resumen en formato de párrafo, utilizando un lenguaje formal y académico”.
  3. Desarrollo de esquemas y estructuras de escritura: organizar nuestras ideas de forma lógica y coherente, con la colaboración de ChatGPT, para identificar los principales puntos que debemos tratar en el texto. De este modo, establecemos una dirección clara para nuestra escritura y conseguiremos un texto bien organizado. Por ejemplo: “Soy un estudiante de (indicar curso). Quiero organizar mis ideas sobre (indicar tema) para un (tipo de texto) de la asignatura (indicar asignatura). Proporciona un esquema lógico y coherente en formato de lista, a partir de las ideas del documento (adjuntar el archivo). Utiliza un lenguaje formal y claro”.
  4. Mejora de nuestras habilidades de argumentación: generar nuevos argumentos y contraargumentos para nuestro texto, basados en información y evidencias relevantes. Y añadir ejemplos para cada uno de ellos, proporcionados por ChatGPT. De esta forma, el texto será más potente y podremos evaluar su solidez. Por ejemplo: “Soy un estudiante de (indicar curso). Necesito añadir argumentos y contraargumentos a este texto (adjuntar texto) de la asignatura (indicar asignatura). Proporciona ejemplos para cada argumento y contraargumento que proporciones. Utiliza un lenguaje formal y basado en evidencia y no olvides citar las fuentes de las que extraes la información”.
  5. Exploración del vocabulario y estilo: para aumentar nuestro vocabulario y mejorar nuestro estilo, podemos solicitar a ChatGPT sugerencias de sinónimos, antónimos o palabras relacionadas con el tema del texto. Así enriqueceremos nuestra expresión escrita y mejoraremos la calidad del texto. Una opción sería: “Soy un estudiante de (indicar curso). Quiero mejorar el vocabulario y el estilo de mi texto (indicar el tipo de texto y adjuntar texto) de la asignatura (indicar asignatura). Sugiere sinónimos y antónimos para las palabras que se repiten en el texto, utilizando un lenguaje formal y preciso. Además, revisa el estilo de todo el texto para que se ajuste a un estilo académico”.
  6. Organización visual del texto: podemos pedir a ChatGPT que nos sugiera recursos para mejorar la organización visual del texto, como viñetas, enumeraciones, subtítulos o imágenes. Así, el documento será visualmente atractivo y fácil de seguir. Por ejemplo: “Soy un estudiante de (indicar curso). Necesito mejorar la organización visual de mi texto (adjuntar el texto) para que sea más claro y preciso. Hazme sugerencias sobre el formato para añadir subtítulos, enumeraciones, imágenes, esquemas, tablas o cualquier otro recurso gráfico o visual que se adecúe a un (indicar tipo de texto). Utiliza siempre un lenguaje formal”.
  7. Redacción de citas y referencias: si proporcionamos a ChatGPT información relevante sobre una fuente (autor, título, año de publicación…) le podemos solicitar que genere la cita en el formato adecuado (APA, MLA, Chicago). Así, reduciremos tiempo y errores. Podría hacerse así: “Soy un estudiante de (indicar curso). Necesito generar una cita en formato (indicar formato) para la siguiente fuente (añadir información sobre la fuente)”.
  8. Revisión del texto: concluido el primer borrador, podemos revisar el texto en busca de errores gramaticales, inconsistencias lógicas o problemas de coherencia, pidiéndole a ChatGPT que nos proporcione comentarios y sugerencias sobre cómo mejorar la claridad y la efectividad de nuestra escritura: “Soy un estudiante de (indicar curso). Quiero revisar mi primer borrador (adjuntar el texto) para un (tipo de texto y asignatura). Proporciona comentarios sobre errores gramaticales y ortográficos, inconsistencias lógicas y sobre formato de las oraciones y los párrafos. Utiliza un lenguaje formal y claro”.
  9. Corrección de errores de formato, solicitando a ChatGPT la identificación y corrección de errores de formato comunes, como el espaciado incorrecto, la alineación inconsistente o los márgenes incorrectos. También nos puede sugerir cómo ajustar el formato del documento para que cumpla las normas y directrices determinadas: “Soy un estudiante de (indicar curso). Necesito identificar y corregir errores de formato en mi documento (adjuntar texto). Proporciona sugerencias para corregir posibles errores de formato como el espaciado incorrecto, la alineación inconsistente o los márgenes incorrectos. Asegúrate también de que mi texto se ajuste a un (tipo de texto) y propón mejoras”.
  10. Evaluación del texto: si enviamos la versión final de nuestro texto a ChatGPT le podemos solicitar una evaluación formativa o retroalimentación personalizada. De esta manera, podremos identificar las áreas de mejora y desarrollar habilidades de escritura de manera progresiva y continua a lo largo del tiempo. Por ejemplo: “Soy un estudiante de (indicar curso y asignatura). Quiero recibir una evaluación formativa de la versión final de mi texto (adjuntar el texto). Proporciona retroalimentación personalizada en formato de párrafo sobre los puntos fuertes del texto y sobre los aspectos mejorables. Centra la retroalimentación en los siguientes aspectos: coherencia, cohesión, adecuación y corrección, basándote en el siguiente género textual (indicar el tipo de texto: ensayo, reseña, monografía…)”.

Competencia digital responsable

Este decálogo busca la capacitación de los aprendices como usuarios tecnológicos críticos y responsables, capaces de aprovechar los beneficios de la tecnología sin comprometer el proceso de aprendizaje.

Para lograrlo, debemos adoptar un enfoque equilibrado que combine la integración de la tecnología en el aula y el seguimiento por parte del profesorado. Así se preparará a los estudiantes para adentrarse en el mundo digital actual con confianza y competencia.


Beatriz Méndez Guerrero, Profesora de Lengua Española, Universidad Autónoma de Madrid

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

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