La Corte Internacional de Justicia (CIJ) ordenó el viernes a Israel implementar medidas dirigidas a prevenir actos de genocidio en la Franja de Gaza. Sin embargo, el tribunal no se pronunció sobre el núcleo del caso presentado por Sudáfrica: si se ha producido genocidio.
La decisión, pronunciada en medio de deliberaciones en curso, enfatiza la responsabilidad de Israel de asegurar que sus fuerzas se abstengan de cometer genocidio y de mejorar las condiciones humanitarias en la región. Además, exige a Israel informar activamente en un plazo de un mes, detallando los pasos que ha tomado para cumplir con esta orden.
El fallo llega en medio del creciente número de víctimas que ha dejado el conflicto de la parte Palestina. La Oficina de Medios de Comunicación del Gobierno de la Franja de Gaza, anunció hoy que el enfrentamiento en curso con Israel ha causado la muerte de 26.083 palestinos.
Sudáfrica, respaldada por la Autoridad Palestina, presentó la acusación de genocidio a principios de este mes ante la Corte Internacional de Justicia, órgano judicial de la ONU. Su objetivo es obtener una orden judicial preliminar que exija a Israel el cese de las operaciones militares hasta que se resuelva la demanda por genocidio.
La parte Israelí defendió que actuaba en defensa propia para liberar a los rehenes y eliminar una amenaza terrorista tras la masacre de unas 1.200 personas el 7 de octubre.
Durante los alegatos, Sudáfrica describió la respuesta militar de Israel como la continuación de una campaña contra los palestinos que comenzó con la creación del Estado judío en 1948. Para demostrar lo anterior, los abogados de Sudáfrica citaron comentarios de dirigentes israelíes tras el ataque de Hamás, entre ellos las declaraciones del ministro de Defensa Yoav Gallant a las tropas el 9 de octubre de que Israel estaba «luchando contra animales humanos» y debían «eliminarlo todo».
Por su parte, Tal Becker, asesor jurídico del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel, calificó la acusación de genocidio de «calumnia, destinada a negar a Israel el derecho a defenderse conforme a la ley de la embestida terrorista sin precedentes a la que sigue enfrentándose». Además, agregó que aunque Israel obedece las leyes de la guerra, esas mismas leyes contemplan que la guerra implica necesariamente víctimas civiles.
Hamás, dijo, exacerbó ese sufrimiento al situar a sus combatientes y suministros en zonas e instalaciones civiles, convirtiéndolas en objetivos legítimos.
Reacciones
Tras conocerse la noticia, Sami Abu Zuhri, alto cargo de Hamás dijo a Reuters que la decisión del Tribunal era un acontecimiento importante y que contribuía a aislar a Israel y a sacar a la luz sus crímenes en Gaza.
Por su parte, el ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben-Gvir, acusó a la CIJ de antisemitismo. «Este tribunal no busca la justicia, sino la persecución del pueblo judío. Guardaron silencio durante el Holocausto y hoy continúan con la hipocresía y la llevan un paso más allá», afirmó.
El Primer Ministro israelí Benjamin Netanyahu comentó en X que «el compromiso de Israel con el derecho internacional es inquebrantable.» No obstante, «igualmente inquebrantable es nuestro sagrado compromiso de seguir defendiendo nuestro país y defender a nuestro pueblo… El vil intento de negar a Israel este derecho fundamental es una flagrante discriminación contra el Estado judío.»