El presente libro, Capital y derechos de la naturaleza –y la humanidad– en México y Nuestra América en el siglo XXI. Esencia, complejidad y dialéctica de la esclavitud y exterminio sistémico de los animales, está integrado por trabajos de investigación provenientes del proyecto en curso, “Los derechos de la naturaleza y la humanidad en México y Nuestra América”.
Se trata de un conjunto de análisis críticos plurales, de carácter ínter, multi y transdisciplinario, nacionales e internacionales, sobre la compleja devastación capitalista de la Madre Tierra, centrados en la esclavitud y el exterminio de los animales, así como en torno a la construcción de alternativas radicales para superar la actual barbarie civilizatoria del capital, que logra vivir, mantenerse y reproducirse, destruyendo –como señalara Carlos Marx en el siglo XIX– sus dos fuentes esenciales de riqueza: la naturaleza y los seres humanos.
Por eso, la premisa y la dialéctica de los análisis críticos parten de la actual realidad capitalista y vuelven hacia ésta, para contribuir a su transformación. Inicia la compleja tarea epistémica Camilo Valqui Cachi con su trabajo “Los animales: esencia y complejidad de la miseria de la filosofía en el capital y miseria del capital en la filosofía”, quien plantea la siguiente tesis: Para comprender la destrucción de los animales y formular alternativas de solución, es fundamental desentrañar la esencia y la compleja dialéctica de la miseria de la filosofía del capital como expresión de la miseria del propio capital en la filosofía civilizatoria, es decir: la estructura económica del capital es la raíz que determina en última instancia la razón instrumental de la moderna esclavitud de seres humanos y naturaleza.
Sin someter a crítica la raíz del capital, sus procesos de acumulación, que mantienen al complejo sistema de esclavitud, como forma de vida, cultura y de metabolismo entre los humanos y la naturaleza, será iluso superar los animalicidios, los genocidios y los ecocidios, será una quimera humanizar y animalizar al capital.
En el trabajo “GAIA y la protección animal”, José Ramón Espinosa Julián y Ramón Espinosa Contreras sostienen que la Tierra (GAIA) ha sido agredida constantemente por el ser humano (capitalista), quien ha sido y es salvajemente cruel con la naturaleza, con los animales y con él mismo. Hoy la GAIA está a punto del apocalipsis a consecuencia de su destrucción y del exceso de hacerla trabajar más de lo necesario para la producción del consumismo.
La producción y el consumo rebasan hoy los límites de lo estrictamente humano para poder vivir. Los altos índices de consumo han conllevado la contaminación del planeta. Ante ello, preguntan ¿hacia dónde vamos?, ¿qué hacer? La destrucción de la naturaleza, la matanza de animales y la matanza de seres humanos son crímenes en contra de la humanidad, y muchos de ellos se han quedado impunes.
Ignacio Eulogio Claudio, en su estudio “Capitalismo y derechos de la Madre Tierra”, busca desentrañar desde la epistemología de la conciencia histórica y del presente potencial, las raíces que están generando un orden dominante que privilegia las relaciones mercantiles sobre las relaciones humanas, intensificando la devastación sistemática de la Madre Tierra y enajenando todo lo que encuentra a su paso a tal grado que se podría decir que hoy en el planeta no existe recurso natural que no haya sido explotado y devastado por el capital y la acumulación transnacional. De este modo, la vida en nuestro planeta se ve amenazada por el Sistema capitalista depredador de la sociedad y de la naturaleza.
El trabajo “El hombre, entre lo cultural y lo natural”, de Jaime Salazar Adame, aborda el proceso acelerado de la globalización como fase del capitalismo que ha acentuado la destrucción masiva del medio ambiente, el calentamiento global y la desaparición de muchas especies animales y vegetales de la faz del planeta, lo cual es muestra palpable de la capacidad destructiva del hombre burgués. Actualmente, no se ha logrado frenar esta destrucción, ya que prevalece la separación constitutiva entre la naturaleza y la cultura, y entre el hombre y la naturaleza.
En su análisis “Argumentos supraconstitucionales en la Ley de los Animales No 30407 en Perú”, Cyntia Raquel Rudas Murga plantea que en la actualidad muchos de los seres animales sufren maltrato y crueldad durante los primeros años de su vida, cuyos abusos se repiten cíclicamente hasta su ancianidad o muerte, por lo que es necesario implementar herramientas jurídicas y políticas en concordancia con el presente siglo para promover la defensa, protección y el bienestar de los animales, como filosofía, cultura y justicia, sólo posible si se rescata la correspondencia entre la humanidad y la Madre Tierra.
El texto “El salvajismo de la sociedad”, de José Gilberto Garza Grimaldo, examina la violencia contra los animales desde una perspectiva jurídica crítica, adscrita a la nueva visión mundial de los derechos de la naturaleza, centrada en la complejidad de la Madre Tierra y específicamente de los animales, asumidos como un todo, cuya fractura, de persistir, conducirá en esta época hacia el fin de la vida. Sostiene que esta violencia se da de manera permanente y que en muchos casos está legalmente permitida, a pesar de la existencia de la Declaración Universal de los Derechos de los Animales, aprobada por la UNESCO y posteriormente por la ONU desde 1977.
Octavio Klimek Alcaraz, en su trabajo “El derecho de los animals a (sobre)vivir en libertad”, argumenta que la meta principal del manejo para la conservación y el aprovechamiento sustentable de los animales de la vida silvestre es defender sus derechos a vivir libres de la depredación humana. Así, cazar y capturar animales de la vida silvestre para la recreación y el placer es incorrecto. No se puede justificar que un animal de la vida silvestre sea cazado o capturado por supuesto deporte o recreación.
En el trabajo “Capitalismo y derechos de persona animal en el siglo XXI”, Carlos Herrera Tejada sostiene que los problemas de maltrato, explotación y muerte de los animales en el siglo XXI se originan en el sistema dominante que enajena el comportamiento de los seres humanos y especialmente de las empresas capitalistas. En el mundo actual los burgueses debieran asumir que las personas animales tienen derechos como los tienen que las personas humanas.
En la investigación “Dios o la naturaleza en Spinoza”, Wblester Iturralde Suárez apunta que la naturaleza o Dios es un ser del que se predican infinitos atributos y que contiene en sí todas las esencias de las cosas creadas; es necesario que de todo eso surja en el pensamiento una idea infinita que contenga en sí objetivamente toda la naturaleza, tal como es realmente en sí. Para Spinoza, la libertad es de Dios, la libertad humana, pensar en que es real es una quimera, una ficción, una construcción errónea, un clavo ardiente al que se agarran los seres humanos. Tampoco hay espacio para el azar en el mundo de Spinoza, es otra ficción; el ser humano actúa conforme a fines y de ahí concluye que Dios hace lo mismo, que existe una finalidad. La Naturaleza no tiene ningún fin que le esté prefijado y todas las causas finales no son más que ficciones humanas.
Yahir Mayo Marín, en su “Crítica al fundamento crítico de los derechos de la naturaleza: la personificación de la naturaleza desde la perspectiva eurocéntrica y desde los pueblos originarios”, analiza los derechos de la naturaleza desde la perspectiva de los pueblos originarios, así como la filosofía compleja inspirada en mimetismo en la sociedad, analizado desde las Ciencias Sociales y las Humanidades. Explican que el capitalismo y su modelo antropocentrista mimetiza modos de ser, sentir, actuar y pensar, como componentes para empobrecer, debilitar y fragmentar la vida, mediante la confusión y la creación de apariencias como instrumentos de dominio de espectro total y control ideológico. El análisis “Capital y naturaleza: el extractivismo en México en el siglo XXI”, de Lorena Rodríguez Mayo, busca evidenciar la esencia depredadora del extractivismo transnacional en México, intensificado en el siglo XXI y proveniente de la imposición del neoliberalismo como modelo económico a partir de la década de los ochenta del siglo XX, extractivismo que ha intensificado la destrucción de la Madre Tierra y de los seres humanos. Ante esta circunstancia, es fundamental recuperar la unidad seres humanos-naturaleza que las comunidades ancestrales han cultivado durante milenios.
El trabajo “Defendiendo a la madre naturaleza ante el exterminio de la minería a cielo abierto”, de Medardo Reyes Salinas, analiza la lucha que el pueblo originario me’phaa de San Miguel del Progreso, del municipio de Malinaltepec, situado en la Montaña Alta del estado de Guerrero, está librando por la defensa de su territorio, su cultura, su lengua e historia, una lucha compleja en última instancia en defensa de la vida frente a las embestidas de las empresas mineras imperialistas, que pretenden eliminar con violencia la decisión del pueblo originario me’phaa de San Nicolás, de mantener su territorio libre de la minería toxica.
Wilder A. Sánchez Sánchez, en su análisis “Con mina arriba, ¿más agua abajo? La verdad sobre los reservorios de Minas Conga”, trata la inviabilidad del Proyecto Conga y sus impactos potenciales devastadores en el agua, en el ecosistema y en las actividades productivas y el desarrollo, proyecto que pretende reemplazar a las lagunas que quiere destruir pero que jamás cumplirán las funciones naturales, ambientales y sociales que éstas tienen.
En el texto “El cambio climático y sus efectos en los seres vivos vegetales y animales, responsabilidad humana”, Víctor Manuel Arcos Vélez plantea que el clima mundial tiene variaciones entre la cosmovisión de estos pueblos y las perspectivas científicas derivadas de los saberes ancestrales. Daniel Mora Magallón, Rosa Delia Guillén Valentín y Ambrocio Guzmán Juárez, en el trabajo “Mimetismo: categoría para comprender a la Madre Tierra, a los seres vivos no humanos y a las personas con discapacidad en el siglo XXI”, señalan que la parte central de su trabajo es conocer, comprender y explicar cómo funciona el periodos de clima extremadamente fríos (glaciaciones) a periodos extremadamente cálidos (interglaciares), los cuales si bien son reacomodos de origen natural, como un aumento masivo de radiación solar o choque contra asteroides en accidentes cósmicos extraordinarios, su exacerbación con impactos es demoledora en los seres vivos vegetales y animales, y tiene un carácter sistémico generado por el actual orden dominante que beneficia los intereses de los dueños del mundo.
En su análisis “Lenguas en contacto complejo de los seres humanos entre sí y de éstos con la Naturaleza”, Jacinto Luis Cerna Cabrera realiza un análisis meticuloso de la diversidad de las lenguas que se hablan en el Perú y el resto del orbe. Plantea que las comunidades lingüísticas mantienen contacto y, por tanto, se influyen mutuamente. Los factores comunicacionales son de diversa índole: además de los provenientes del metabolismo con la Madre Tierra, son de carácter económico (intercambio comercial), social, cultural, educativo, religioso, entre otros. Sobre la base de esta compleja realidad lingüística, afirma que la lengua originaria más difundida del Perú, el quechua, ha experimentado muchos de estos fenómenos sin que ello haya menguado la importancia y validez científica que la sustenta.
Nota: La reproducción de este texto ha sido posible gracias a los permisos cedidos por el coordinador general de la obra.