El Proscrito – Homenaje a José Martí a 125 años de su caída en combate

enero 5, 2023
José Martí muerte aniversario

 

Para José Martí, el más universal de los cubanos, tenía una especial importancia cultivar la espiritualidad de sus conciudadanos en esa República que soñara fundar y donde el arte y la literatura tendrían un lugar privilegiado.

A principios de la década de los 90 del siglo XIX Martí vivía inmerso en una vorágine por su incansable peregrinar por las comunidades norteamericanas donde se asentaban grupos importantes de la emigración cubana para convocarlos a apoyar ese sueño libertario. En medio de ello encontró el tiempo para acceder a un pedido del tabaquero aficionado a la música Benito O’Hallorans de Ybor City de que le dedicara unos versos para él musicalizarlos.

Esta canción fue estrenada en el Liceo de Tampa en 1893 en presencia de Martí cantada por una niña llamada María Granados, quien a su regreso a Cuba continuaría interpretándola hasta el final de sus días a avanzada edad. Según se conoce no se transcribió esta canción en vida de la cantante y solo la tradición oral hizo el milagro de que llegara hasta nosotros.



María fue la salvaguarda de esa canción, ella siempre la interpretaba en las actividades patrióticas y fechas señaladas y al final de su vida sobre todo en la afamada peña de Alfredo González Suazo, Sirike, en su taller del Cerro.

Esta interprete fallece el 29 de enero de 1971, tal vez emocionada por el estreno de una obra teatral infantil de su autoría dedicada a Martí, durante su sepelio y a manera de despedida, Nene Enrizo la toca en su guitarra. Afortunadamente en esa ceremonia estaba presente el profundo conocedor de la trova Lino Betancourt que al darse cuenta que no estaba transcrita aún esta pieza se preocupa y logra que Enrizo la ejecutara ante el músico Hilario González días después y es el que la lleva a la partitura que atesora el Museo Nacional de la Música.

Este es el texto que se atribuye a Martí por la tradición oral y que no aparece recogido en compilación alguna de su poesía, ni en las diferentes ediciones de sus Obras Completas, ni en la monumental obra de la Edición Crítica que desarrolla exitosamente el Centro de Estudios Martianos.  Esta pues pendiente su autentificación definitiva por especialistas de la obra literaria y específicamente de la poesía de nuestro Héroe Nacional.

He aquí los versos:

Cuando proscrito en extranjero suelo

La dulce patria de mi amor soñé

La luz buscaba en el azul del cielo

Y allí su nombre refulgente hallé.

 

Perpetuo soñador que no concibo

El bien ansiado que entre sueños vi

Siempre dulce esperanza va conmigo

Y allá estará en mi tumba junto a mí.

 

La memoria colectiva ha transmitido y ha narrado, de generación en generación, cómo Martí dio sus versos a aquel tabaquero, cómo se emocionó y le dio un beso en la frente.

El género que escogió O’Hallorans para acompañar la poesía martiana fue la criolla muy común en Cuba a finales del SXIX y que demuestra que conocía este género de la canción cubana a la perfección. Hoy lamentablemente olvidado y casi desconocido.

Resulta curioso que entre tantos emigrados y sobre todo tabaqueros no hay una referencia al compositor de este tema, el cual no está mencionado en sus obras completas ni en los 167 números de Patria que se editaron en vida de Martí y donde se reflejaba mucha de la membresía de los Clubs revolucionarios, en documentos del PRC o en la exquisita y abarcadora sección En Casa de ese periódico.

En el año 2005, después de que durante mucho tiempo tras la muerte de María Granados se deja de interpretar El Proscrito, es solo gracias al ya desaparecido Dr. Salvador Arias con su sugerente libro Martí y la Música y a la dedicación y entusiasmo de la Dra. María Caridad Pacheco, ambos  investigadores del Centro de Estudio Martianos que pudo llegar la partitura de esta obra a las manos  del profesor y trovador Rubén Moro, quien se dio a la tarea de llevar a la guitarra (por ser un género la criolla eminentemente trovadoresco) la partitura para piano y voz que era lo que se conservaba en ese momento.

Mucho indagaron los investigadores del Centro de Estudios Martianos y este músico para buscar información en la obra de Ana Núñez Machín La otra María o La niña de Artemisa, consensuar con Salvador Arias algunas diferencias del texto en varias publicaciones, presentarle su versión de la canción a Lino Betancourt que la escuchó en diferentes ocasiones por María y al profesor Jorge Lozano que la recordaba de su niñez.

Finalmente, y con guion de la Dra. Pacheco se presentó por primera vez en el programa televisivo Orígenes trasmitido en el 2012 — donde el Lic. Rubén Moro expusó detalles en torno a la creación de El Proscrito y sobre María Granados, su intérprete por excelencia.

Resonó entonces nuevamente la también conocida en la emigración como La Canción del delegado acompañado por su guitarra.

En una nueva versión a dúo con Silvia Hernández y la clarinetista Karla Berg (integrantes de su grupo Kora), fue grabada para una trilogía de audiovisuales producidos por Mundo Latino dedicado a diversos aspectos del quehacer martiano en marzo del 2013 y graficada gracias al talento e iniciativa del director Roberto Arada para el programa Suena Bonito dedicado al Maestro en enero del 2018.

Esta canción fue incluida en el Álbum Con olor a Manigua Premio Especial en el Cuba disco 2015 para el cual Rubén Moro le facilitó al productor de este fonograma la grabación de Kora y la copia de la partitura original.

Recientemente fue presentada en el programa La Pupila Asombrada e interpretada por Pepe Ordaz.

https://youtu.be/gUd-FGqtSuk

Como en tantas otras zonas de la vida y la creación del Apóstol, los personajes y acontecimientos acerca de El Proscrito no han estado exentos de polémica, y aún falta mucho por investigar en ese noble afán de conocer toda la verdad en torno a otros temas martianos que incluye naturalmente esta canción pionera en la musicalización de sus versos y los únicos escritos expresamente para convertirse en canción y que reflejan todo el dolor y la nostalgia de un  expatriado que como nos dijera en sus versos sencillos, “sin patria pero sin amo”.

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