Edmund Husserl nació el 8 de abril de 1859 en Prossnitz (actual Prostìjov, localidad morava que entonces se encontraba bajo soberanía del Imperio Austriaco y que en la actualidad pertenece a la República Checa). Cursó sus estudios superiores (de física, matemáticas, astronomía y filosofía) en las universidades de Leipzig, Berlín y Viena. Doctorado en Filosofía en 1882 por este último centro (con una tesis que versó sobre el cálculo de variaciones); durante su período de formación fue discípulo de los matemáticos Leopold Kronecker y Karl Weierstrass.
Pasó a ser ayudante de este en 1883, año en el que también conoció al filósofo y psicólogo Franz Brentano, del que adoptó el concepto de “intencionalidad”. Comenzó entonces a desarrollar un gran interés por la base psicológica de las matemáticas y, tras ser nombrado en 1887 profesor en la Universidad de Halle, escribió su primer libro: Filosofía de la aritmética (1891).
Uno de los tópicos de la filosofía de Husserl es su aceptación del principio de Brentano de la intencionalidad de la conciencia. Brentano había definido la intencionalidad como la principal característica de los fenómenos psíquicos, consistente en que cada fenómeno mental, cada acto psicológico tiene un contenido que está dirigido hacia un objeto intencional. La intencionalidad es así la propiedad fundamental para distinguir los fenómenos psíquicos de los físicos, pues estos últimos carecen totalmente de intencionalidad.
Tanto en su tesis doctoral titulada Sobre el concepto del número, como en su primer libro, Filosofía de la aritmética, Husserl utiliza como herramienta la psicología descriptiva de Brentano, por lo que ha sido acusado en sostener una postura psicologista. No obstante, tiempo después, en su obra maestra Investigaciones lógicas, rechaza toda forma de psicologismo. En efecto, Husserl examina en esta obra las relaciones entre la lógica y la psicología. Partiendo de la consideración de la psicología como una ciencia de hechos, llega a la conclusión de que al hacer depender la lógica de la psicología no haríamos más que hacer de la lógica un repertorio de generalidades empíricas sin la exactitud propia de los principios lógicos.
Posteriormente Husserl realizará algunos descubrimientos claves que lo llevarán a afirmar que para un estudio de la conciencia es necesario distinguir entre el acto de conciencia o noesis, y los fenómenos a los que se dirige o noema. El conocimiento de las esencias solo sería posible eliminando o poniendo “entre paréntesis” todas las suposiciones o prejuicios respecto al mundo exterior. Husserl llamó a este método epojé o reducción fenomenológica, método cuyo cometido consistía en hacer de la filosofía una ciencia estricta. La investigación de Husserl, una vez incorporados los nuevos conceptos, se centrará en las estructuras ideales y esenciales de la conciencia.
Al introducir la reducción fenomenológica lo que queda es el puro ego trascendental, en oposición al puro ego empírico. La fenomenología trascendental de Husserl consistirá precisamente en el estudio de las estructuras esenciales de la conciencia pura. Esta línea de investigación fenomenológica inaugurada por Husserl tendrá una influencia vasta y profunda en el pensamiento contemporáneo, pudiéndose rastrear sus huellas en autores de la talla de Martin Heidegger, Jean-Paul Sartre, Maurice Merleau-Ponty, José Ortega y Gasset, Max Scheller, entre otros.
Dentro de la vasta producción bibliográfica husserliana pueden destacarse Filosofía de la aritmética (1891), Investigaciones lógicas (2 vols., 1900-1901), Ideas relativas a una fenomenología pura y una filosofía fenomenológica (1913) y Meditaciones cartesianas (1931).