Aleksandr Solzhenitsyn: una vida contradictoria

diciembre 10, 2018
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El universo tiene tantos centros como seres vivos hay en él. Cada uno de nosotros es un centro del universo. Y el cosmos se desmorona cuando le dicen a uno entre dientes: “¡Queda usted detenido!”

Aleksandr Solzhenitsyn – Archipiélago Gulag (1973)

Así comienza Aleksandr Solzhenitsyn su famosa novela Archipiélago Gulag (1973). Una de las obras más famosas de la literatura universal, y que para muchos ha llegado a ser un referente absoluto en la crítica a la URSS.

Entre las motivaciones de la Academia Sueca para otorgarle el premio Nobel de Literatura, se destacó la «fuerza ética» con la que persiguió las tradiciones de la literatura rusa.

Por otra parte, el premio nobel Mario Vargas Llosa lo caracterizó como «el hombre que nos describió el infierno». Pilar Bonet como una «gran voz», por haber sacado a la luz los horrores del estalinismo. Mijaíl Gorbachov, afirmó que Solzhenitsyn jugó un rol clave en socavar el régimen de Stalin.

Y tras su fallecimiento, Vladimir Putin expresó: «Estamos orgullosos de que Alexander Isayevich Solzhenitsyn haya sido nuestro compatriota y contemporáneo. Lo recordaremos como una persona fuerte, valiente y con una enorme dignidad».

¿Quién fue Aleksandr Solzhenitsyn?

Solzhenitsyn nació un 11 de diciembre de 1918. Hijo de una maestra y un terrateniente cosaco, culminó sus estudios en física y matemática.

En 1945, fue apresado tras la batalla de Kursk por expresar su opinión contra Stalin en cartas dirigidas a su amigo Nikolai Vitkevich. Así comenzaría su larga y tormentosa vida entre la política y la literatura.

Tras este incidente fue condenado a ocho años de prisión y sus escritos fueron incautados en varias oportunidades. Padeció de un tumor, batalla ante la cual venció y que le ofreció material para su posterior obra En el Pabellón del cáncer (1968).

De estos años en cautiverio extrae material para varias creaciones, como son En el primer círculo (1968) y Un día en la vida de Iván Denísovich. Esta última en particular se convertiría en una de sus más famosas obras. Sus experiencias en el campo de prisioneros políticos de Ekibastuz fueron esenciales en la elaboración de dicho libro.

En marzo de 1953 después de haber cumplido con su condena es enviado al exilio, exactamente a una villa en Baidibek, en Kazakhstan.

Después de los cambios políticos acaecidos en 1956, el autor fue exonerado. A causa de lo cual Un día en la vida de Ivan Denisovich fue publicada en 1962 con la aprobación manifiesta de Nikita Khrushchev. Durante el mandato de este último, dicho libro se estudió en escuelas de la Unión Soviética, al igual que tres trabajos más de Solzhenitsyn, incluido su cuento El hogar de Matryona  (1963).

Estas serían sus últimas obras publicadas en la Unión Soviética hasta 1990.

Después de Krushchev, en 1964, el clima cultural y político le volvieron a jugar una mala pasada. La publicación de la obra de Solzhenitsyn se detuvo. La KGB incautó en varias ocasiones algunos de sus manuscritos, incluido En el primer círculo.

Mientras tanto, Solzhenitsyn continuó trabajando en secreto en el más célebre de todos sus escritos, Archipiélago Gulag. Este último se salvó debido a que el autor lo escondió en casa de Arnold Susi, abogado y ex ministro de Educación de Estonia. Ambos se habían hecho amigos en una celda de la prisión de Lubianka. El texto estuvo oculto en Estonia y de él cuidaron tanto Arnold como su hija, Heli Susi, hasta el colapso de la Unión Soviética.

En 1969 Solzhenitsyn fue expulsado de la Unión de Escritores, y un año más tarde sería galardonado con el Premio Nobel de Literatura. Premio que recibiría finalmente en el año 1974.

Regresa a Rusia desde Estados Unidos en 1994, después de haber pasado 20 años en el exilio.

La crisis de la democracia occidental

A pesar de ser tenido como uno de los símbolos en la denuncia al totalitarismo estalinista, hay también en la vasta obra de Solzhenitsyn momentos de crítica a la democracia occidental. Hecho que lo convierte en un autor complejo y  controversial.

A sus 87 años, y de vuelta en Rusia, la BBC cataloga el intercambio entre el autor y el periódico Novedades de Moscú como “una rara entrevista”:

La democracia occidental está atravesando una grave crisis…Esto incluye el apoyo material e ideológico a las revoluciones ‘de colores’, forzando paradójicamente los intereses del Atlántico Norte en Asia Central.

Está también su famoso discurso en Harvard el 8 Junio de 1978. Allí define sus ideas sobre el desarrollo de occidente en relación a la cultura, la filosofía, la política y también casos específicos como el llamado Tercer Mundo:

Existe la creencia de que todos aquellos otros mundos están sólo siendo temporalmente impedidos por débiles gobiernos, o por fuertes crisis, o por su propia barbarie o incomprensión para tomar la vía de las democracias pluralista Occidentales y adoptar su forma de vida. Los países son evaluados y juzgados según el incremento de su progreso en esta dirección. Sin embargo, esta concepción es el fruto de la incomprensión occidental de la esencia de los otros mundos; es un resultado de medirlos equivocadamente a todos con el mismo criterio occidental. La imagen real del desarrollo de nuestro planeta es completamente diferente.

Y más adelante concluye:

Resulta cada vez menos probable que el estilo de vida occidental se convierta en el modelo a seguir. Hay advertencias significativas de la historia para una sociedad amenazada de muerte.

En esa intervención hace una crítica a los dos principales sistemas contendientes durante la guerra fría: el comunismo del este y el capitalismo occidental. Su argumento se centra en lo que él llama «conciencia desespiritualizada» y «humanismo irreligioso». El mal, según Solzhenitsyn , radica en el predomino de dichas fuerzas en la base de toda la sociedad moderna.

Este criterio ha hecho del hombre la medida de todas las cosas que existen sobre la tierra; ese mismo ser humano imperfecto que nunca está libre de jactancia, egoísmo, envidia, vanidad y toda una docena de otros defectos. Estamos ahora pagando por los errores que no fueron apropiadamente evaluados al inicio de la jornada. Por el camino del Renacimiento hasta nuestros días hemos enriquecido nuestra experiencia, pero hemos perdido el concepto de una Entidad Suprema Completa que solía limitar nuestras pasiones y nuestra irresponsabilidad.

A pesar de las críticas, Solzhenitsyn es un autor que invita a repensar no solo los excesos de una porción del espectro político, sino los fundamentos morales de la sociedad en su conjunto.

Fue una de las voces más efectivas contra Stalin y la política desastrosa del gulag, y también uno de los críticos más mordaces de occidente. Su obra ha sido tan compleja como su propia experiencia de vida. A 100 años de su nacimiento hemos querido recordar al autor de Archipiélago Gulag. Pero no solo como el escritor, sino también como el intelectual que nos invita una y otra vez a preocuparnos por la sociedad en la que vivimos.

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