Alerta en Salud Pública y Ciencia en EE. UU.: Las Consecuencias de las Políticas de Trump y RFK Jr.
Lawrence Gostin, destacado experto en salud global de la Universidad de Georgetown, emitió una advertencia categórica en Science esta semana por la amenaza a la salud pública y ciencia en EE. UU. derivada de las políticas propuestas por el ya electo presidente Donald Trump y Robert F. Kennedy Jr. (RFK Jr.).
Este anuncio llega en un momento crucial, cuando Trump ha anunciado que dará a Kennedy amplias facultades para reestructurar agencias como la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) y el Instituto Nacional de Salud (NIH). Las propuestas de Kennedy incluyen desde el fin de la fluoración del agua hasta el cierre de departamentos enteros en la FDA, acciones que podrían socavar décadas de progreso científico y salud pública en el país.
Las Restricciones al Poder Federal en Salud Pública
Gostin señala que, aunque el presidente tiene cierta capacidad de maniobra, el sistema estadounidense impone límites al control total sobre la salud pública, que en gran medida sigue siendo competencia de los estados. Por ejemplo, son las autoridades estatales y locales quienes deciden sobre la fluoración del agua y los calendarios de vacunación obligatoria. De esta manera, aunque Trump y Kennedy podrían influir en los lineamientos federales, la aplicación real de muchas de estas decisiones dependerá del contexto y las políticas de cada estado.
Además, Gostin subraya que los cambios a gran escala en la política de salud pública podrían enfrentar resistencia en el sistema judicial. La Corte Suprema, a pesar de su composición conservadora, ha defendido en el pasado el rol de la FDA como regulador científico independiente. En casos donde una decisión presidencial busca retirar una vacuna o medicamento sin evidencia científica clara, la Corte podría intervenir.
Los Científicos de Carrera: Un Freno a la Interferencia Política
Para Lawrence Gostin, el cuerpo de científicos y profesionales de carrera que trabaja en agencias como la FDA, CDC y NIH representa un bastión crucial contra la interferencia política. Estas instituciones cuentan con miles de expertos dedicados que están protegidos por leyes de función pública y denuncias. A pesar de que Trump y Kennedy pueden nombrar a líderes afines en los cargos de dirección, estos profesionales de carrera seguirán defendiendo la misión científica de sus instituciones, resistiendo presiones que pongan en riesgo la salud de la población.
Gostin destaca que estos científicos no solo son expertos en sus áreas, sino también en los procesos y métodos regulatorios que han regido históricamente el funcionamiento de las agencias. Este conocimiento interno es un factor de estabilidad en tiempos de incertidumbre política y es, en sí mismo, una garantía para el sistema de salud pública.
Vacunas y Seguridad Alimentaria en la Mira
Entre las políticas anunciadas por RFK Jr. se encuentran el deseo de eliminar el Centro para la Seguridad Alimentaria y Nutrición Aplicada en la FDA y la revisión de la seguridad de las vacunas. Gostin advierte que estas propuestas, si se implementan, podrían tener efectos devastadores en la salud de la población. El Centro para la Seguridad Alimentaria juega un papel clave en la supervisión de los alimentos que consume la población, y su eliminación generaría un vacío regulador en un área esencial para la salud y el bienestar de los consumidores.
Asimismo, Kennedy ha expresado su intención de revisar las recomendaciones de vacunación, lo que podría alterar la confianza pública en las vacunas y poner en riesgo programas de inmunización. Según Gostin, estos cambios podrían afectar el trabajo del Comité Asesor de Prácticas de Inmunización (ACIP) del CDC, que establece directrices para las vacunas en el país. El riesgo de incorporar miembros escépticos en este comité pondría en entredicho las recomendaciones de vacunación, afectando la seguridad y estabilidad de la salud pública.
La Integridad de la Salud Pública en Juego
Gostin considera que el verdadero impacto de estas políticas va más allá de las decisiones específicas sobre programas o recomendaciones. La amenaza real es la erosión de la confianza pública en las agencias de salud, que históricamente han representado los estándares de rigor científico tanto a nivel nacional como internacional. Si la población deja de confiar en instituciones como la FDA, CDC o NIH, no solo se vería afectada la salud pública en EE. UU., sino también la capacidad de estos organismos para liderar en emergencias sanitarias globales y servir como fuente confiable de información científica.
Según Gostin, el daño a la confianza pública podría perdurar incluso si estas políticas extremas no se implementan en su totalidad. La percepción de una interferencia política en decisiones científicas podría llevar a que ciudadanos y profesionales de la salud cuestionen la validez de las recomendaciones emitidas por estas agencias, debilitando su papel fundamental en el bienestar social.
Conclusión: La Ciencia y la Salud Pública Deben Estar Protegidas de la Interferencia Política
La advertencia de Lawrence Gostin es un llamado a la protección de la integridad científica en las agencias de salud pública. La amenaza de politizar la ciencia plantea riesgos graves para la seguridad y el bienestar de la población. Como él mismo lo indica, la evidencia científica y la ética deben guiar las decisiones de estas agencias, no las agendas ideológicas. Mantener la independencia de la FDA, CDC y NIH es fundamental para asegurar que sus decisiones sigan siendo precisas, basadas en datos y confiables.