Tomás de Aquino, cuyo 750 aniversario celebramos este año, no es el tipo de filósofo que hoy genere fama y fortuna entre sus comentaristas. Sin embargo, ha sido altamente apreciado por figuras como Dante, la Escuela de Salamanca, G.K. Chesterton, James Joyce y Umberto Eco, por mencionar solo a los más conocidos. Y apreciado como filósofo, no solo como pilar de la Iglesia católica o como santo. A Tomás le debemos, al menos en parte, el Renacimiento, aunque Descartes no lo viese así y ordenara su demolición controlada para la posteridad.
Estas lecciones, grabadas para mis alumnos de Segundo de Bachillerato durante una inusual nevada en Madrid hace unos años, buscan ofrecer una introducción básica a la contribución de Tomás de Aquino y rendir homenaje a su figura, a menudo abandonada.
Primera Lección
Segunda Lección
Tercera Lección