Preludio:
Saben algo, eso de que pidan la factura al salir de un local comercial es pura pérdida de tiempo, digo, si por lo menos leyeran lo que dicen que compre y rectificaran viendo lo que contiene mi bolsa me daría al menos una paz mental saber que perdí 39 segundos de mi vida con un vigilante desconocido que solo cumple con los parámetros para disimular ante su jefe que hace bien su trabajo. Digo también, que en cualquier momento puedo poner una cerveza de más, unas frituras o quizás algo de más valor dentro de la bolsa y que dado a la rutinaria y extenuante jornada laboral esa persona no le encuentre lógica alguna verificar eso, no es que le fuesen a descontar lo que cuesta una cerveza que metí de más o lo de alguna fritura, dicho eso imagino que el establecimiento tendrá ya seguras esas pérdidas minoritarias y por alguna razón solo lo reprenderán como poco.
Al salir de allí veía que Hakim continuaba con su aburrida pero lógica argumentación de lo mal que se acostumbra una persona a realizar su trabajo, imagino que en sus inicios debió captar a un par de pillos que si aplicaban lo anterior dicho por él, yo me centraba en llegar al auto y poder conducir hacia dónde Rafaela, para reunirnos e iniciar un sábado de amigos que hacía mucho tiempo no pasaba. Teníamos que pasar a recoger a Candelaria, ella estaba lista desde hace media hora, pero como tome la decisión de pasar a comprar algo primero; lo va a tomar mal, ¿a quién le gusta esperar? Bueno a mí la verdad me da igual, pero en el caso de las mujeres es a la inversa, cuando ellas se demoran uno debe aguantarse. Pienso esto y digo que machista sonó, en pleno siglo XXI y pienso que los hombres no nos demoramos como ellas, pero ¿de verdad somos tan prejuiciosos? En este caso esta pregunta mental no tendrá respuesta, al menos no por ahora. Hakim me preguntaba sobre qué reglas le gustaba que el juego (parques/ludo) tuviese, yo le contestaba que las básicas. El me respondía argumentando que en su familia jugaban con una antigua tradición donde se podía “Talar”, esa palabra me llamó la atención, pero el desarrollo del concepto en cómo se usará en el juego sería lo interesante de demostrar. Aunque yo ya sabía que significaba le ahorre la saliva a Hakim y le dije que al llegar donde Rafaela lo comentara para saber si tanto ella como Candelaria aceptaban incluir esa regla en el juego.
Puente:
Llegamos por Candelaria, pero para mi asombro no se encontraba furiosa o malgeniada por la espera, se lo tomó de buena forma. Subió al carro comentando una frase que marcaría el rumbo de nuestro “parche” sabatino. La sociedad, la política y nuestro pensar son como el agua, el aceite y el azúcar, si las mezclas te sabrán a mierda. Posterior a su frase y durante el trayecto para ir a la casa de Rafaela, nos preguntó qué habíamos comprado, si eran suficientes para todo el juego y si podíamos parar a comprar otras cosas, Hakim le decía que no volvería a perder 39 segundos con un vigilante, por lo que por caballerosidad le dije, yo me bajo contigo a comprar no hay problema. Allí pensaba que había tenido otro pensamiento machista que debía agregar a la lista mental de no repetir en un futuro, quizás ella no necesitaba de nadie, solo decía eso para afirmar su posición de comprar algo y que nos debíamos detener en algún lugar para comprar, como sea me baje con ella.
“Demoramos 47 minutos dentro del establecimiento comprando cosas que Hakim y yo no habíamos comprado, vaya que si hace falta alguien que te aclare y solucione esos pequeños detalles”. Después de repetir las compras note que ella sí era más apacible con el vigilante y que no le importaba perder 39 segundos o más de su vida solo por cerciorarse que su compra había sido legal, bueno basta decir que ella era una ejecutiva en una empresa de seguros y que tanto su vida personal como laboral estaba resuelta para vivir bien en esta y otra vida. No puedo creer que no hayan comprado los maníes con arándanos y maíz que me gustan, lo saben chicos, dijo Candelaria al subir al auto esperando una respuesta de Hakim. Yo por mi parte me guardaba mi respuesta, pensé hace más de 8 meses no nos veíamos y esos detalles aunque son cruciales en una amistad de más de 10 años no son tan pertinentes en una salida, ¿o sí?, Hakim respondió: Pensé que habías dejado de comerlos por el gimnasio. A lo que Candelaria respondió, de vez en cuando uno debe darse sus gustos, sino ¿quién lo hará?, me pareció una buena respuesta de parte de Hakim, pero mucho mejor la de Candelaria , ya estábamos parqueando en el edificio de Rafaela, en la zona de visitantes, ya íbamos a proceder a dirigirnos al apartamento 903 donde ella vivía.
Se demoraron mucho dijo Rafaela al vernos, ni un hola ni un gusto vernos después de muchos meses pero que se puede hacer, respondí el gusto es mío Rafaela, ¿cómo te ha ido?, mientras los demás se quitaban los zapatos yo pude ver la cara de sarcasmo que tenía la anfitriona del lugar, que desapareció en poco más de 2,5 segundos. “Solo yo pude ver esa expresión” cuando los demás entraron pusieron las bolsas en la cocina, Hakim fue directo a abrazar a Rafaela, mientras Candelaria conectaba su Bluetooth al speaker que se encontraba en la mesa de la sala. Fui sacando las cosas de las bolsas, acomodándolas en la nevera y en la mesa. Hakim abrió una botella de vino y Candelaria ponía algo de Fujiya & Miyagi. Se iba creando una atmósfera agradable, de esas típicas de una escena de películas para pubertos donde terminan en una borrachera y teniendo relaciones con las personas del lugar. Rafaela, sacó del armario un tablero de cuatro (4) puestos de (parques o ludo, como lo distinga o entienda).
Definición: “El parqués es un juego de mesa, derivado del parchís español y este a su vez del antiguo pachisi o chaupar de la India. Donde su intención es llevar las 4 fichas atravesar un tablero con unas casillas blancas, de salida o seguro”. El primero en meter todas las fichas gana. Había cuatro (4) colores, azul, rojo, verde y amarillo. Cada uno ya tenía pre establecido su color, pero hoy era diferente. Candelaria escogió el rojo “siempre escogía el amarillo” Rafaela escogió el verde “Siempre escogía el azul”, Hakim escogió azul “siempre escogía el verde” y a mí me toco el amarillo “siempre escogía el rojo”.
Después de 20 minutos todos se pusieron de acuerdo y establecimos las reglas del juego, cada una puso una regla además de las básicas. Hakim puso la primera, la de “talar” dada a la tradición de su familia. Candelaria puso que solo podía comer y soplar la persona perjudicada en el acto, ya que los demás no debían interesarles los asuntos. Pensé, una regla muy de ella dada a su personalidad. Rafaela puso la regla de ficha tocada ficha jugada, pensé lo mismo de hace un momento con Candelaria. Mi regla fue básica, con tres pares seguidos sacas una ficha del juego. Todos cuestionaron esa regla, “Por eso demoramos 20 minutos en empezar” pero al final terminaron aceptándola. Rafaela comentó: el número mayor empieza tirando los dados. Hakim sacó un 4, Rafaela un 5, Luciana un 4 y yo un 6. Pura suerte dijo Rafaela después de que tirara el dado. Empezamos a tomar el vino y a jugar, eran más de las nueve de la noche y apenas empezaba la partida, la noche es joven, la noche es agradable, la noche esta perfecta para un … pensé.
Al cabo de 15 minutos teníamos un partido un poco tenso, las fichas estaban regadas por el tablero, Candelaria aún no podía sacar las fichas, “Increíble que una persona no pueda sacar unos simples dobles en más de 10 intentos” Rafaela ya estaba a la ofensiva con sus fichas, Hakim ya tenía su estrategia montada, y yo humildemente esperaba pacientemente asegurar las fichas. Rafaela comentó algo acerca de los sucesos sociales de los últimos días en la ciudad y el mundo, muertes de líderes sociales, violaciones a las mujeres, y muertes por desnutrición de los niños en otro continente. Candelaria respondió: todas las acciones son reacciones de personas que no tienen en claro sobre qué hacer con su vida, eso lleva a empujar hacer mierda la vida de otros. Hakim comentó, lastimosamente los niños y mujeres son los más perjudicados y ni el comentario de ninguno de nosotros puede ayudar a ese niño que murió sin probar un Croissant y sin comer nada durante más de 50 días, o esa mujer que salió confiada a pasarla bien con sus amigas y terminó debajo de un puente. Falta acción, acción de la gente, que salgan a reclamar y exigir lo que se merece. Pude pensar algo en lo que dijo Hakim, Falta acción, el ser humano debe estar sujeto a una acción que conlleve una reacción a los demás, sea buena o mala.
¡Por fin! Exclamó Candelaria al sacar sus fichas después de 17 intentos y sacar un doble cuatro, de igual forma la persona que más estaba avanzada en el juego era Rafaela con dos fichas entrando a la casa de ella, seguía Hakim con un juego proteccionista esperando en salidas y seguros, dejando una atrás para sacrificarla y luego yo donde mantenía 1 en al principio de mi casa, dos pasando a la siguiente y una adelante ya casi a punto de ingresar a la gloria. Aplicamos todas las reglas, las de Rafaela, Luciana, Hakim y las mías. Era una partida interesante dado a que ninguno apostaba por las tácticas de hace meses, de como veníamos jugando de antes, esta partida era nueva, algo para liberarse quizás de lo que no somos; y en donde no se puede perjudicar a otros sin saber que hicimos es algo que nos cataloga realmente. Al fin y al cabo, era un simple juego de parqués.
Candelaria comentaba algo respecto a la matanza de los líderes sociales, comentaba que en un país donde el índice de mortandad de un grupo de personas que apoyaban una buena causa saliera asesinada era un escándalo nacional, a lo que le refute, escándalo dependiendo el país, en este no. Escandalo seria no meter un gol ante Argentina o Brasil, que nos diera el tiquete a una copa del mundo o ganar una copa América, que no se gana desde el 2001, pero esas masacres escándalo ¿en este país?, Rafaela respondió airadamente a mi argumento, mientras Candelaria y Hakim entendían perfectamente el satírico comentario que lance, mientras se daban un buche de vino. Lo que pasa es que en este país se come por los ojos, “interesante frase, pensé”. Tú le comentas algunos de los líderes sociales a las personas con su propio nombre a alguien de la calle y no lo conoce, y tampoco le interesa, pero ve tú a decirle si conocen al Tigre goleador y te aseguro que se saben hasta que shampoo se echa, “Triste, pero es así le respondí” Todo radica como tu muy bien decías al principio, se come por los ojos, la gente cree que este país se hará mejor por ganar un mundial, que por apoyar la causa de tener una población libre de violencia y donde exija que los recursos sean bien utilizados en zonas donde el estado ni siquiera saben que ese pueblo existe. Le respondí con la siguiente frase para finalizar mi argumento, es cuestión de saber la historia del país.
Al cabo de una hora y media jugando, el tablero de parqués solo contenía 2 fichas por parte de Hakim, 3 por parte de Candelaria , 2 por parte de Rafaela y 2 por parte mía. Hicimos una pausa para comer y al terminar continuaríamos, la necesitábamos. Hakim y Rafaela salieron a fumar al balcón unos cigarros después de comer, Candelaria se quedó conmigo hablando sobre cómo estaba, que era de mi vida y mis proyectos, no pude preguntarle lo mismo, porque ya sabía cómo estaba ella. Le respondí: Todo bien en el trabajo, un poco tedioso, pero de algo debo vivir. La vida se vuelve agotadora de tanto hacer lo mismo, uno piensa que se puede desgastar caminando el mismo piso durante años, pero cuando lo barres y trapeas queda mejor que antes y bueno, eso precisamente es una mala señal al saber que todavía tienes que seguir viviendo. Candelaria respondió, andas un poco Sartre en estos momentos, déjate ser libre así sea esta noche y cambia ese modo de ver las cosas, al final después de este juego pasarán otros meses para que nos veamos o estemos de nuevo juntos. Respondí: Quizás si, quizás no, todo depende de cómo acabe la partida, si ganas te juro que te hago caso. Candelaria respondió: Ganaré, me dio un beso en la mejilla y se fue a la mesa del parqués. Rafaela comentó: Es ahora o nunca este juego ya está en su clímax.
Después de media hora el partido estaba interesante, Candelaria ya solo tenía una ficha, pero al ser su única ficha se la comían o mataban, como deseen imaginarlo y pasaba en el calabozo, Hakim aún tenía dos fichas, Rafaela también, yo tenía una ficha a dentro de la casa a tiro de 4 “Cuatro” y otra en seguro la casa de Luciana, que estaba al lado de la mía. Hakim metió su segunda ficha y empezó hablar sobre el uso desmedido de fuerza por parte de las instituciones públicas que nos deben proteger, en este caso los verdes o azules o amarillos como se imaginen de acuerdo a su país. Decía que en algún momento podía entrar un agente alguna casa y asesinar a alguien por placer dado lo que había visto en las protestas, Candelaria respondió, quizás exageres pero de todas formas no dejan de ser personas o seres humanos como tu o yo, “Pensé que Candelaria había puesto algo de Kant en esa frase, algo como la perspectiva o el concepto kantiano de ciudadanía” Respondí indiscriminadamente y sin ser llamado, algo atrevido meterme en esa conversación con la siguiente frase, cito: “El reconocimiento de la dignidad no se puede negar, incluso al más perverso de los humanos (por ser precisamente un ser humano)” Cuando termine de decirlo, Hakim respondió y por eso mismo no me sorprendería que alguno de ellos matase a alguien por placer. Rafaela comento: Deben existir pautas en el futuro donde se comprometan por la “bandera” y no por el billete, le entendí el sentido figurado de lo que quería decir, pero respondí: Hacer algo por amor al país no te da de comer, y si lo haces sales muerto con 15 segundos de reconocimiento nacional en una de las cadenas televisivas compradas por los partidos políticos del país. Candelaria comentó, ¿ahora todo es un punto político cargado hacia una esfera social aquí?, Dejemos estos problemas de estado a un lado y degustemos del vino y terminemos la partida para hacer algo más. Pensé, ese algo más es ir a la cama y si, si los altos dirigentes políticos “algunos” se esmeran por cambiar algo de eso y los ignoran, ¿qué podemos hacer nosotros?
Candelaria una ficha, Hakim una ficha, Rafaela una ficha, yo dos fichas. Era mi turno, estaba a tiro de 4 “cuatro” en meter una ficha y en seguro de Candelaria, los demás ya estaban dentro de sus casas esperando sacar un 8 que los llevase a la gloria de ganar, era mi turno y al tirar los dados sacó el primer doble, un doble 4 “cuatro” que me lleva a meter la primera ficha y jugar cuatro con la otra. Estábamos en empate todos con una ficha en el tablero, vuelvo a tirar y sacó otro doble, esta vez un doble 5 que me lleva más cerca de mi casa para meter la ficha, en ese momento Hakim y Rafaela dejaron de tomar vino para ver mi próximo lanzamiento, Candelaria se resignó y se dobló de piernas sabiendo que mi próximo tiro podía acabar con la partida, yo sin esperar mucho y sinceramente sorprendido por eso dos dobles primeramente les dije: Hoy habrá una sorpresa. Al lanzar los dados figuran moviéndose en el tablero hasta llegar al borde de ello, un doble 4 “Cuatro” con el cual se cumplía la regla que había puesto al principio, “con tres pares seguidos sacas una ficha” y después de ver eso, Rafaela volteo el tablero del enojo que tenía mientras las fichas iban a parar hacia alguna parte de la alfombra y debajo de los muebles, Hakim sacaba un cigarro de su caja mientras de su boca salía un par de carcajadas, Luciana se servía más vino diciendo: Vaya que sí, el pillo lo tenía todo calculado. Yo por mi parte iba directo a la cajita que contenía la apuesta de la partida, (el case) y figuraba guardarlo en mi bolsillo, 200.000 que no caen nada mal en estos momentos.
Epílogo:
Después de la partida fui a la cocina, le di un beso a Candelaria y le dije que fuese al baño de Rafaela en 15 minutos, no más no menos, justo en ese tiempo, Luciana respondía: Perfecto. Hakim y Rafaela salieron a fumar y decían que iban al mini market del edificio, posterior a eso Candelaria llegó al baño donde después de hacerlo, me comentaba que debía calmarme con eso del dilema existencial que siempre me había torturado, le respondí: Hoy le pondré fin a eso. Candelaria salió del baño esperando en la sala a que Hakim y Rafaela volvieran, yo por mi parte me quedaba sentado en el retrete pensando la desgraciada realidad social en la que me encontraba, vivir en una sociedad donde los problemas expuestos en las mini charlas del juego eran una constante que al igual que los ejemplos que me daban los profesores de matemáticas en mi bachillerato, no tenían una solución clara.