“Lo que importa (…) ¡No debemos aceptar la conclusión de que todo está perdido!”

Replica de Noam Chomsky a Miguel Fuentes y Guy McPherson a la primera parte del debate “Catástrofe climática, Colapso, Democracia y Socialismo”
febrero 8, 2023
Noam Chomsky

Noam Chomsky [2]

“Lo que importa (…) ¡No debemos aceptar la conclusión de que todo está perdido!”

Se me ha pedido que comente las réplicas a mis respuestas a las preguntas contestadas originalmente de la entrevista-debate Catástrofe climática, Colapso, Democracia y Socialismo. Eso resulta ser bastante fácil. Simplemente puedo referirme a la contribución final a la primera parte de esta discusión de Yanis Varoufakis.

Al igual que a él, “me impresionó y me preocupó su aceptación de la derrota”, refiriéndose a las réplicas de Miguel Fuentes y Guy McPherson. En el último caso, esta aceptación de la derrota es explícita: estaríamos acabados, no tiene sentido seguir discutiendo. Fuentes llega a la misma conclusión de manera más oblicua. Para él, la democracia y el socialismo están muertos, toda la modernidad está muerta, tendríamos que pensar las cosas desde el principio y descubrir algo nuevo e implementarlo.

Basta un momento de reflexión para demostrar que el proyecto de Fuentes es suicida. La escala de tiempo para su proyecto, si es que es alcanzable, está inconmensurablemente más allá de la escala dentro de la cual debemos enfrentar la crisis urgente de hoy. De ahí que llegue a la misma conclusión que McPherson: Game over.

Fuentes se pregunta luego «¿Quién tiene prisa?» y sugiere que aprendamos de la tortuga. Él sabe bien quién tiene prisa: los humanos, junto con todas las demás especies que estamos sin sentido destruyendo en nuestra locura.

Fuentes descarta despectivamente lo que él considera mi propuesta como un mero “impuesto”. Su referencia es a los detallados, sofisticados y exhaustivos planes de acción elaborados por el economista de izquierda Robert Pollin y sus asociados, que, argumentan plausiblemente, podrían mitigar significativamente la crisis inmediata de una manera factible. Es más, estos autores estarían hoy mismo involucrados en la implementación de estos planes. Con cierto éxito. En el estado minero de Virginia Occidental (que concentra una parte importante de la explotación carbonífera de Estados Unidos), el sindicato United Mine Workers ha adoptado ya un programa de transición a las energías renovables basado en estos planes, al igual que muchos otros sindicatos en las industrias extractivas.

Este es el tipo de combinación de investigación teórica detallada y activismo directo sobre el terreno que ofrece alguna esperanza de evitar una catástrofe planetaria terminal. ¡No debemos aceptar la conclusión de que todo está perdido!

Nos guste o no, el hecho es que la crisis inmediata tiene que ser enfrentada dentro del marco básico de las instituciones capitalistas de Estados existentes hoy, con modificaciones que pueden ser impuestas por la presión pública en el corto plazo. Los pronunciamientos pomposos no van a hacer desaparecer estos hechos.

¿Significa esto que tenemos que dejar de lado los esfuerzos por desmantelar el sistema socioeconómico existente con su impulso suicida inherente, junto con muchas otras cosas que son intolerables? ¡Por supuesto que no! La lucha por derrocar las instituciones opresivas y destructivas y crear un orden social más justo va de la mano con los esfuerzos por superar las crisis inminentes y letales a las que nos enfrentamos. Más aún, estas dos luchas se apoyan mutuamente. Como todo auténtico revolucionario sabe de corazón, la gente no va a emprender acciones arriesgadas con resultados inciertos a menos que haya llegado a comprender que sus justas aspiraciones no pueden cumplirse dentro de las estructuras existentes. Esto es cierto para acciones que van desde una huelga hasta una revolución social. La conciencia y la comprensión logradas en la lucha para salvarnos de la catástrofe planetaria hoy pueden así contribuir directamente al reconocimiento de la necesidad de un cambio social a gran escala, que a su vez haga avanzar las luchas inmediatas de hoy.

Lo que importa, como subraya Varoufakis, es “lo que hacemos y cómo lo hacemos”, independientemente de nuestras especulaciones sobre las perspectivas. Hay mucho que podemos hacer, y eso, afortunadamente, se está haciendo, en cada una de las esferas entrelazadas y que se apoyan mutuamente de esa gran lucha que tenemos por delante: la de evitar una catástrofe mundial inminente y ayudar con  ello a canalizar en direcciones constructivas la «rabia racional» que surgirá tanto de nuestra dedicación por implementar las propuestas incluidas en el “Nuevo Acuerdo Verde Global” (Global New Green Deal), así como también al momento en que las poblaciones «vean cómo las elites dominantes derriban estas propuestas». No podemos sólo quedarnos mirando, sino que debemos resistir los esfuerzos de estas elites para que esta resistencia se convierta en un paso hacia la revolución social.

¡Yo opto por la estrategia de Varoufakis número 3!

Noam Chomsky 7 de enero, 2023


[1] La primera parte del debate entre Noam Chomsky (EEUU), Miguel Fuentes (Chile) y Guy McPherson (EEUU) y los comentarios críticos de John Bellamy Foster (EEUU-Canadá), Yanis Varoufakis (Grecia) y Max Wilbert (EEUU-Canadá) al mismo pueden ser encontrados en este enlace.

[2] Una discusión complementaria sobre estas temáticas puede encontrarse en el debate “Ecosocialismo versus Colapsismo” entre Michael Lowy (Francia), Miguel Fuentes (Chile) y Antonio Turiel (España) que contó con los comentarios críticos de Jaime Vindel (España), Jorge Altamira (Argentina) y Paul Walder (Chile) publicado hace algunos años. Enlace.

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