Cibercontrol: Poder y resistencia en la sociedad de la vigilancia

LLAMADA A LAS CONTRIBUCIONES · CALL FOR PAPERS
julio 28, 2021
cámaras de vigilancia

Vivimos en unas sociedades que nos someten a formas de vigilancia y control permanentes y ubicuas. La utilización de mecanismos de vigilancia y control intrusivos por parte del poder no es algo nuevo en la historia de la humanidad. Pero el actual dispositivo se diferencia de los anteriores por dos características fundamentales:

  • Se basa en información e instrumentos de carácter digital (por lo que utilizamos el término “cibercontrol” para nombrarlo)
  • Ha sido impulsado por las empresas privadas del llamado “capitalismo de la vigilancia”. Los estados se han sumado al cibercontrol sólo en segunda instancia.

En los años noventa, las empresas transformaron Internet, que era un espacio digital anónimo, en un mecanismo de control total de la actividad online. En las dos décadas siguientes, el cibercontrol se “externalizó” al mundo material, primero con el teléfono móvil y, después, mucho más intensamente, con el smartphone. Tras el 11-S, los estados se sumaron de forma decidida a las prácticas de cibercontrol.

En la actualidad, a los smartphones se han añadido otros instrumentos de vigilancia denominados genéricamente “Internet de las cosas”, entre los que se encuentran todos los dispositivos “inteligentes” que van poblando profusamente los hogares. Todos estos aparatos y dispositivos, empezando por el “móvil”, generan gigantescos flujos de información acerca de nuestras actividades y vivencias que son transmitidos a través de Internet a los bancos de datos de las empresas y los estados.

El cibercontrol se ha intensificado como consecuencia de la pandemia de Covid-19. Se han desarrollado multitud de instrumentos digitales “legitimados” por las necesidades de luchar contra la enfermedad y su propagación. Entre ellos se cuentan, por ejemplo, los mecanismos de rastreo de contactos por medio de aplicaciones para el móvil o de instrumentos de geolocalización. La pandemia se ha dado en un momento en que el cibercontrol se encontraba ya en una nueva fase de intensificación como consecuencia de los proyectos de creación de “ciudades inteligentes”. El tipo de distopías a que puede conducir la combinación de ambos procesos lo podemos percibir ya en la transformación experimentada por numerosas ciudades, especialmente (aunque no sólo) chinas.

Plazo de recepción de propuestas

29 de octubre de 2021

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