Foto por Gilles Trenson
«Procuremos inventar pasiones nuevas
o reproducir las viejas con pareja intensidad»
Lezama Lima
Cuando cumplí 25 años
la vida me vino encima y mi techo era de estrellas fugaces
supe que me quedaba poco
y me hice fan número uno por enésima vez
de Carlos Varela
Pensé en cosas que no pude o no supe cómo hacer
cuando tenía 17 20 años
y que si volviera el tiempo atrás
sería un Bruce Lee de mí mismo
Por aquella época tenía uno o dos amigos que
patológicamente
eran mis dioses
Con carácter obligatorio hacía mención de ellos en cualquier circunstancia
en una reunión del ce-de-erre
en una asamblea de la juventud comunista
o en la divertida degustación de un libro oscuro
Éramos punto fijo
del Parque G y eso era ¡la bomba!
caernos a mentiras durante toda la madrugada
con sepetecientas botellas de alcohol y al final
volver derrotado a la cama jurando que nunca más
tomaría ni esta gota de nada
Estos amigos fueron con los años
la confirmación de lo que no quería ser
el Parque fue la superestructura manifiesta
que nunca alcanzamos a tocar con las manos
Algunos amigos fueron los verdaderos Demongelianos
de sus esquinas
Yo crecí tarde
escogí sin saberlo el camino más largo
pero ya veo en lontananza
la curva de la que me hablaban
Entonces quise nacer desde mis entrañas
diariamente siento que se me acaba el tiempo
y Cuba es top ten pidiendo perdón
por una nostalgia inclasificable
pero nunca escrita nunca dicha
Con 25 años supe que había que hacer algo
las redes sociales comenzaban a desembarcar en nuestras costas
pero éramos pescadores sin permiso
acaso sin anzuelo
sin red
aun así
desde la ilegalidad y el concubinato
logramos arrastrarla hasta la orilla
y hoy es la cenicienta de nuestros ojos
nuestros ojos pinchados por la misma rueca